Crear un auto nuevo ha de dar cierto vértigo a los responsables de este desafío. Probamos la nueva Lincoln MKX y desciframos los códigos de la emoción automotriz.
¿Qué es la emoción? ¿Cuándo la sentimos en su máxima potencia? Según la Real Academia de la Lengua Española la emoción
es una alteración del ánimo intensa y pasajera que va acompañada de cierta conmoción somática. Nuestras emociones, en muchas ocasiones, pueden ser más rápidas que nuestras reacciones. ¿Algún ejemplo? El vello del brazo se eriza segundos antes de que puedas articular palabra cuando estás a punto de lanzarte por primera vez en paracaídas. O las comisuras de los labios se arquean ascendentemente instantes previos a la exclamación de júbilo al tocar tierra firme con los pies.
Cuando un estímulo externo accede al cerebro a través de los sentidos va directo al tálamo, y aquí es cuando lo asimilamos como experiencia de vida placentera (pro-supervivencia) o dolorosa (contra-supervivencia). Y, no cabe duda, las emociones influyen en el proceso de decisión apelando a este manual de supervivencia. Pero, por definición, las emociones no son razonables.
Cuando Lincoln Motor Company afrontó el reto de introducir cuatro vehículos nuevos en cuatro años se planteó cómo comunicar las experiencias vibrantes y desafiantes que iban a materializarse sobre cuatro ruedas. “Lincoln MKX es un reflejo de inspiración y libertad”, afirman desde la sede de la compañía. Con ella quieren “trazar nuevos caminos con tecnologías innovadoras y vivencias lujosas, presentadas en una forma nueva y elegante con un impecable desarrollo artesanal”. O como Alexandra Martínez, gerente de Mercadotecnia, Ventas y Producto, afirma: “Es lujo con todo un nuevo lenguaje”.
James Joyce alguna vez dijo que los hombres se rigen por las líneas del intelecto y las mujeres por las curvas de la emoción. Parece que estaba equivocado. La emoción es contagiosa.
Lincoln Motor Company es la marca automotriz de lujo de Ford Motor Company. El reto que afronta la empresa es introducir
cuatro vehículos nuevos en cuatro años. ¿Qué destacaríamos del modelo MKX después de haberlo probado?:
- Motor EcoBoost de 2.7 litros V6 con 335 caballos de fuerza.
- Diseño vanguardista. Piel Bridge of Weir que cubre asientos ergonómicos (10 posiciones con memoria) y siete tonos de luz ambiental.
- Silencio interior. Laminado acústico en el parabrisas y puertas frontales, aislamiento en el motor y paneles de ajuste con
absorción de sonido. Las bocinas del sistema de audio generan ondas sonoras con cierta frecuencia que cancelan el sonido no deseado.
- High-tech. Cámara 360º y la voz para dar órdenes al vehículo.
- SYNC con MyLincoln Touch controla las opciones de clima, música, llamadas, acceso a los contactos personales, navegación y más, sin quitar las manos del volante ni la vista del camino.
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