Los Danzantes
Plaza Jardín Centenario 12. Coyoacán.
Este restaurante no podía faltar ya que es uno de los pioneros en introducir el mezcal como una bebida de alta gama. Hace 20 años abrieron sus puertas en Coyoacán y fue en 1997 cuando nació la marca del destilado Los Danzantes en Santiago Matatlán, Oaxaca. El restaurante se especializa en platillos clásicos de la comida mexicana pero con terminados contemporáneos. Los mezcales de la casa son Los Danzantes (en sus seis versiones), Alipús y Arte Mezcal.
La recomendación: probar un platillo con huitlacoche y cerrar con un coctel Danzantes que está preparado con fruta como mango, tamarindo o guayaba, y, por supuesto, mezcal.
www.losdanzantes.com
Mezcalería Los Amantes
Campos Elíseos 290. Polanco.
Probablemente la más grande de la ciudad, aquí cuentan con alrededor de 300 etiquetas de mezcales, aunque su fuerte es precisamente el de Los Amantes. Abrieron apenas el año pasado y el local está inspirado en las cantinas con decoración folclórica y música viva. Se trata de un excelente lugar para pedir platos oaxaqueños al centro y disfrutar entre amigos. Así como tienen aquellos mezcales que recomiendan derechos, también han creado una original coctelería con este destilado. Algunas de sus creaciones incluyen el que tiene Mazapán Artesanal, Tejate Oaxaqueño, Hierbabuena y Fresa o el de Sandía.
La recomendación: para vivir la experiencia mezcalera en su forma más valiente y pedir los gusanos de maguey flameados con mezcal para acompañar con un derecho de Los Amantes Añejo.
mezcalerialosamantes.com
La Única
Anatole France 98
Este romántico lugar con enredaderas en la fachada y una de las terrazas más bellas de Polanco también resulta ser un tesoro para los amantes de los cocteles con mezcal. La especialidad de su cocina es la comida de mar y tierra del norte y oeste de México por lo que resultaba natural maridar la gastronomía nacional con una bebida local. No obstante, tal como lo hacen con la comida los cocteles presentan un sello particular que no se ve en cualquier barra. Para muestra, vale la pena probar el de mezcal con chipotle o el que tiene jalapeño. Ya que si se tiene un paladar más tradicional siempre se puede contar con las margaritas como la de pepino con mezcal, por supuesto.
La recomendación: pedir unas tostadas de atún y un mezcal soeur.
launica.mx
Guzina Oaxaca
Masaryk 513, Polanco
Este restaurante ubicado en la calle de lujo de la Ciudad de México se rige bajo dos conceptos: la comida oaxaqueña y el buen mezcal. En su carta cuentan con una extensa propuesta de etiquetas de este destilado que van desde las más tradicionales hasta aquellas que apenas van entrando al mercado. Aquí lo que buscan es rescatar las costumbres más arraigadas de este estado por lo que cuentan con productos orgánicos, cervezas artesanales, agua de manantial y café local. Incluso su nombre viene del Zapoteco, ya que Guzina significa Cocina.
La recomendación: sus mezcalinis son una delicia y hay de varios sabores como el de pepino o el de xoconostle.
Barro Negro
Moliere 48. Polanco
Considerado ya una tradición para los amantes de la comida oaxaqueña este restaurante adornado con la artesanía típica de este estado al sur de la República también se precia de contar con una extensa carta de mezcales. En su oferta se enlistan más de 60 etiquetas que presentan distintas versiones del destilado, desde los jóvenes de espadín, hasta los añejos o incluso algunos de Agaves Silvestres que resulta difícil encontrar en otros lugares. Incluso en su carta se pueden apreciar algunos platillos realizados con este destilado como ingrediente principal, por ejemplo el filete al mezcal o los plátanos caramelizados.
La recomendación: así como tienen una buena variedad de mezcales, tienen una amplia selección de moles. Resulta interesante maridar ambos en sus distintas facetas.
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