Temperatura muy fresca gracias a un invierno ameno y a la lluvia primaveral sobre los viñedos, fue uno de los factores principales que ayudaron al nacimiento de racimos muy sanos y maduros, los cuales hoy se pueden probar exquisitos en la nueva Moët & Chandon Grand Vintage 2008. No todos los años la maison saca una etiqueta Grand Vintage, es por ello que se trata de un vino tan especial. Solamente cuando la naturaleza los dota de materia prima impecable es que se atreven a crear una edición especial que rinda tributo a todas las condiciones que crean una gran añada, las cuales están fuera de las manos de sus expertos enólogos. El clima en el mundo vinícola es un parteaguas en la producción y calidad de las uvas al cual a la misma industria no le queda otra opción más que adaptarse por ser una variable cambiante e inestable. El calentamiento global ha tomado gran responsabilidad sobre este impacto al mundo en donde se han visto afectadas muchas industrias, en específico la de los vinos y el champagne, pero para esta etiqueta a la maison Möet & Chandon el clima le sonrió. Por suerte, el 2008 fue un excelente año para los viñedos, tal como lo comentó Benoît Gouez, quien es Chef de Cave de Möet & Chandon. El mes de septiembre fue el que marcó la diferencia en la maduración de las uvas debido a las lluvias en primavera, en donde los viñedos fueron arrastrados por vientos muy fuertes que provenían del noroeste y este mismo les dio un toque invaluable a las 3 variedades de uva que componen este vino. Cuando se trata de champagne no es común colocar el año en la etiqueta, como se realiza en otros vinos, ante esto el experto explica que la razón por la cual plasmaron el año – y en gran tamaño – en el nombre de esta edición fue “como recitar una carta de amor” para el 2008, dedicándole su edición más prestigiosa de la maison. Tuvimos la oportunidad de platicar rodeados de champagne con Anime Ghanem, el Wine Quality Manager, entre un recibimiento formal por la entrevista, pero relajado por su personalidad, pudimos sentarnos y cuestionarle entre muchas cosas lo primordial, ¿qué tenía de especial esta champagne a comparación de sus ediciones anteriores?
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Con un español muy fluido, pero con un acento francés evidente, respondió que “en realidad todas las champagnes que tiene Möet & Chandon son excepcionales pero es más la historia detrás de esta Grand Vintage 2008 “. Siendo ésta la edición número 72 de las ediciones calificadas como Gran Vintage es una champagne que se define por las características de su personalidad: elegante y madura. “Para que esta se pueda disfrutar en un momento en la vida del comensal que cuente con las mismas características”, añade.

Anime Ghanem

Anime mencionó después de un brindis entre dos copas, que la verdadera esencia de Möet es la versatilidad de clientes que tiene. “Hoy en día en México hemos observado que además de que es uno de los países en donde más consumen champagnes de la maison, cuenta con clientes de todo tipo en donde eligen distintos tipos de Möet & Chandon para celebrar distintos momentos con distintas champagnes“, es decir, ellos no se casan con un sólo tipo en particular sino con la maison. De esta forma el comensal decide únicamente -de acuerdo a la experiencia que quiera vivir- cualquiera de los tipos de Möet & Chandon que dentro de su colección se encuentran:
  • Möet & Chandon Grand Vintage 2008
  • Möet & Chandon Grand Vintage Rose 2008
  • Möet & Chandon Impérial
  • Möet & Chandon Rosé Impérial
La Rosé Impérial nos dijo Ghanem “es una champagne de Möet & Chandon de playa, fresca, relajada, juvenil… ideal”. Síguenos en:

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