Cuando a principios del mes de mayo último los medios españoles dieron cuenta que el cantante Rafael Sánchez anunciaba la disolución del grupo La Unión —uno de los principales exponentes de la historia del pop en español, creadores del megahit ochentero “Lobo Hombre en París“—, la noticia tomó por sorpresa a propios y extraños.

En especial, sorprendió a Luis Bolín, compositor y bajista de la banda, quien junto a Sánchez continuaba con el grupo tras la partida del guitarrista Mario Martínez, por graves problemas de salud.

Fue al día siguiente de ese anuncio que Luis Bolín confirmase a través del Instagram oficial de la banda que se trataba de una decisión unilateral del cantante, quien continuará su carrera en solitario.

Tiempo después, resiliente en esencia, Bolín se puso al frente del grupo con músicos invitados y ahora en voz y guitarra, para lanzar en julio “La Última Estación”, una canción que compuso hace 17 años, también en tiempos de crisis.

Para enterarnos de la historia de primera mano, Forbes Life habló en exclusiva con Luis Bolín, de cómo será el futuro, y para conocer aspectos íntimos del grupo que saltó a la fama con la producción de Nacho Cano de Mecano, porque la historia sigue.

La Unión se renueva

Forbes Life: —¿Cómo sentiste la decisión de Rafa Sánchez de dejar la banda? Sobre todo luego de la partida del guitarrista Mario Martínez…

Luis Bolín: —Mario tuvo que abandonar la banda en 2016, estaba muy mal de salud (los medios anunciaron cáncer de laringe) y desde la edición de “Tiempo” (el último single de La Unión con Rafa Sánchez), la cosa entre Rafa y yo se había convertido en algo donde los principios de la banda estaban muy cuestionados. La Unión se gestó y se formó en torno a mi persona y a Nacho Cano.

—A Rafa lo conocí como cantante, porque él iba a sustituirme en una banda donde tocaba el bajo y cantaba: ahí nos conocimos. Fue luego de unos meses de trabajar con Mario (Martínez) e Iñigo Zabala, y de haber logrado el sonido de La Unión, a base de mucha ingenuidad y frescura, que lo llamé para que venga a poner voz a los temas que ya teníamos.

FL: —Entonces La Unión comenzó contigo, junto a Iñigo Zabala y Mario Martínez…

LB: —Exacto, los inicios fueron con muy pocos recursos, y el sonido surgió incluso con una caja de ritmos de Iñigo que usábamos en su casa, a un volumen que era posible para una vivienda, para hacer las maquetas junto a Mario en una portastudio de cassette Fostex de cuatro canales.

—La Unión se formó en el año 1982, al principio del año escolar, y luego de cinco meses de trabajar, Rafa vino a cantar y agregó unas melodías en spanglish. En los días de Semana Santa, de una forma casual, vino a vernos Nacho Cano a la sala de ensayo, y de ahí él salió tarareando un “Lobo Hombre en París” muy incipiente. Ese fue el inicio de todo.

FL: —En el año 1984 llega el primer disco “Mil Siluetas” y sorprende por ser una música muy auténtica, con influencias literarias y algo oscura… Cuéntanos de las ideas que dieron forma a canciones como Sildavia, por ejemplo.

LB: —Sildavia es una canción que surge de ese mundo onírico de la época que nos hacía estar tan creativos. Éramos gente joven muy inquieta, nos gustaban mucho los psicotrópicos y la experimentación. Y en esa búsqueda salió Sildavia, tomado prestado de los cuentos de Tin Tin, de El cetro de Ottokar, ya que soy muy fan de esos, de esas historias, y tengo muchas aquí de colección en mi estudio.

—Buscamos hacer una simbiosis de música con literatura, una forma de hacer tendencia, en esos momentos nos interesaba mucho eso y de la misma forma surgió “Lobo Hombre en París” de un cuento de Boris Vian, con un gran videoclip del año ´83. En esa época era difícil acceder a la cultura, no había internet y cada vez que nos llegaba algo que nos impactaba, rápidamente nos influenciaba, y queríamos plasmar esas cosas en lo que hacíamos.

—El demo (de lo que luego fue “Mil Siluetas”) se grabó en el estudio Sintonía de Madrid, con los cuatro integrantes de La Unión, y fue Nacho Cano quien grabó la intro de piano de “Lobo Hombre en París”. El ingeniero de mezcla fue Luis Fernández Soria, un ingeniero español top de ese momento. Y sonaba tan bien porque se grabó en una mesa Neve a cinta de dos pulgadas de 24 canales.

—Esa fue una inversión de Rafael Abitbol, un DJ de radio de ese momento, con Nacho Cano, quienes financiaron (lo que hoy sería un EP) tres temas, que luego se los vendieron a Warner Music, que se acababa de instalar en España, y terminó siendo el primer número uno de la compañía en el país.

Luis Bolín, de bajista a frontman de La Unión. Foto: Cortesía La Unión.

FL: -Hasta 1987 que Iñigo Zabala abandona la banda, con “El Maldito Viento” y “4×4”, La Unión encarnó un sonido diferente ya que dejaron la batería electrónica y, hasta coquetearon con el jazz

LB: —¡Tengo memoria de eso! Fuimos a Londres con los productores con un bajo presupuesto, el baterista fue Pete Barnacle, que tocó con Ian Gillian de Deep Purple y con Yngwie Malmsteen, y todos los temas los grabamos en tres cabinas separadas, durante dos días! Allí grabamos patterns que post-produjimos añadiendo luego las voces y los sintetizadores en el estudio de Nacho [Cano].

—Logramos un sonido fuerte e intenso. En el saxo tenemos que recordar a Arturo Soriano, que tocó en “Entre flores raras”, “A solas” y “El tiempo en un espejo”, y a Mercedes Ferrer que hacía coros en vivo.

FL: —Y luego de 36 años de carrera, de haber recorrido muchos estilos y haber vivido la reconversión de la industria desde el vinilo al formato digital, es lógico que hayas decidido tú mismo continuar con el legado de La Unión…

LB: —A Rafa le he dado la posibilidad de cantar durante tantos años y él se ha ido, entonces seguiré yo cantando todas esas canciones y las nuevas. Por supuesto no intentaré imitarlo; las composiciones también son mías y las seguiré cantando por todo el mundo (apenas termine la pandemia lo tendremos por México), entre ellas “Lobo Hombre en París”, que puedo tocarla de mil maneras diferentes.

—Con el sonido de La Unión estoy trabajando mucho y por diferentes frentes, puedo hacer versiones acústicas, chill out o electrónicas como el disco Hip.Gnosis, o con banda, dependerá de los desafíos que se presenten cuando la pandemia permita el contacto público y masivo.

De ahora en más, la misión de Luis Bolín al frente de La Unión será mostrar las canciones del grupo a su manera y lo que más le pide el cuerpo, “hacer conciertos más intimistas”.

Para los que no lo saben, Bolín fue el compositor de muchos hits, entre ellos “Manos Vacías” —q ue cantó Miguel Bosé en su versión original—.

Por lo pronto, el bajista nos deja a través de La Unión el mensaje de su reciente single “La última estación”:

Ya llegó la última estación
con una sonrisa te diré mañana adiós
hasta aquí la última ilusión
qué bonito fue mientras duró…

Lo que si sabemos es el nombre que tuvo esa última estación: Rafael Sánchez. Ahora, el recorrido es uno totalmente nuevo, y las canciones, como estaciones a recorrer por La Unión en el futuro, innumerables.

A continuación una hora de música para tener una idea de los 36 años de carrera de La Unión y su trascendencia en el rock en español.

Síguenos en:

Twitter

Facebook

Instagram

Suscríbete a nuestro newsletter semanal aquí

 

Siguientes artículos

Ariel Serrano
Ariel Serrano: cantante que ha cambiado las normas de la música tradicional
Por

Explorando lenguas originarias y las tradiciones musicales del país, la joven artista mexicana abre un espacio sin prece...

También te puede interesar