Muchos lectores de este espacio quizá no tuvieron un disco de vinilo en sus manos, pues los cambios que la industria experimentó en las últimas décadas, con respecto a los formatos para comercializar la música, hicieron que éste quedara relegado. Por fortuna, su calidad se impone, y el también conocido como LP está de regreso.
Era toda una experiencia quitar el plástico, sacar el “sobre” en el que venían escritas las letras de cada canción complementadas con fotografías en un tamaño de 31 x 31 centímetros y finalmente sacar el disco e iniciar por el “lado A” para empezar a disfrutar de lo que era una propuesta artística redonda (literal), pues contenía una propuesta gráfica que podía ser apreciada gracias a sus dimensiones, el sonido más nítido y ese ¡scratch! que inevitablemente se escuchaba e indicaba que la música estaba viva.
Sin embargo, la tendencia a lo portátil provocó que poco a poco el casete, posteriormente el disco compacto, el minidisc y finalmente los reproductores MP3 expulsaran al vinilo de las tiendas, pues en su momento se optó por premiar la comodidad sobre la calidad; no hay un formato que entregue un sonido más fiel que éste, pero en su momento era mucho más práctico para todos tener 5,000 canciones almacenadas en un dispositivo aunque por su compresión el sonido fuera infame, que cargar con un baúl lleno de elepés, que además corrían el riesgo de deteriorarse, rayarse o romperse en el trayecto.
Pero, los verdaderos amantes de la música no dejaron que el vinilo muriera y se convirtió en un producto de nicho que podía ser adquirido en tiendas especiales para melómanos y coleccionistas, y por eso la industria nunca perdió de vista que había un mercado especial que no dejaría de consumirlos. Casos como el álbum
Random Access Memories de Daft Punk (2013) o
Lazaretto de Jack White (2014) eran buscados y vendidos específicamente en este formato en países como Estados Unidos y Reino Unido, poniendo sobre la mesa que era momento de impulsar su regreso.
Efectivamente, la venta de elepés no hace mella en la demanda de música en tiendas digitales como iTunes o la escucha de temas en Spotify y Deezer, pero esto no quiere decir que no vaya en ascenso; de hecho, el año pasado las ganancias en ventas de discos de vinilo fueron similares a las que se registraron en los noventa, con ventas que, según
Digital Musical News y el
Wall Street Journal, no ocurrían desde 1996. Por ejemplo, en Reino Unido en 2014 se vendieron más de un millón de copias, cuando en años como 2007 este formato registraba apenas 200,000 copias vendidas en uno de los países con mayor tradición de música grabada en el mundo.
Sonido más nítido.
Y ¿qué es lo que celebramos? Justo el 18 de abril se celebra el Record Store Day, que se originó por iniciativa de las tiendas independientes en Estados Unidos en 2008, con la intención de incentivar a los amantes de la música a consumirla en formatos físicos, especialmente en discos de vinilo. Una red de tiendas se une en este día para invitar al público a comprarlos y encontrar ediciones especiales que pueden convertirse en verdaderas joyas para coleccionistas.
México no ha querido quedarse atrás en esta tendencia, y compañías disqueras como Sony Music presentan títulos clásicos que van de Elvis Presley a Adele en ediciones especiales, y nuevos lanzamientos como lo último de Natalia Lafourcade o la banda DLD.
Michael Jackson, AC/DC, Aerosmith, The Clash, Janis Joplin, Ozzy Osbourne, Bruce Springsteen, Lou Reed, Tool, The Wallflowers, Bob Dylan, Justin Timberlake o Jeff Buckley son sólo algunos de los LP que, si tienes suerte, puedes encontrar en las tiendas locales y que son indispensables en cualquier colección de quien se diga un amante de la música.
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