¿Qué hora es? Esta intrigante interrogante aviva la mente, tras un largo momento de contemplación, mientras la cálida luz del mediodía regala un paisaje impoluto en la playa privada, a orillas del Mar Egeo. Allí, el suave vaivén del agua acaricia la arena y refleja el apacible estilo de vida mediterráneo que impregna cada rincón del METT Hotel & Beach Resort Bodrum.
Este refugio de hospitalidad se presenta con un diseño discreto, conformado por una paleta de colores que se desplaza entre los tonos blancos y cafés. De esta forma, armoniza con el azul intenso del mar que se despliega frente a numerosas bahías en la Riviera Turca. Ahí es fácil perder la noción del tiempo y sumergirse en los placeres simples.
Esta exclusiva propiedad, perteneciente al grupo Sunset Hospitality e inaugurada en 2021, tiene la firme intención de ofrecer a sus huéspedes una experiencia única de viaje, en la ubicación más icónica que el Mar Egeo puede ofrecer: Haremtan Cove.
Desde cada una de sus lujosas habitaciones, las vistas inigualables al mar conforman un entorno natural
impresionante, para resignificar el concepto de hospitalidad sin complicaciones. Hermosas terrazas y ventanales de piso a techo enmarcan la sofisticación contemporánea de un destino incomparable.
Algunas de las suites cuentan con jardín privado, en tanto las villas elevan la experiencia con su propia piscina, ofreciendo un nivel de privacidad que deja a los huéspedes hipnotizados por el paisaje etéreo, sólo interrumpido por un pequeño velero que, a lo lejos, navega a un ritmo pausado, mecido por la suave brisa del mar.
La cúspide de esta cautivadora vivencia se alcanza en la Villa Poseidón, ubicada en la posición más exclusiva del resort. Aquí, la conexión con la naturaleza se experimenta al amanecer, sin necesidad de abandonar los fascinantes 340 metros cuadrados de este espacio único.
A medida que avanza el día, desde el otro lado de la habitación se puede contemplar el enfrentamiento entre el Sol y la Luna cuando la tarde cede su lugar y la noche reclama su espacio.
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CONTEMPLAR Y DELEITARSE
La más inolvidable experiencia de viaje se construye en el arte de tomarse el tiempo para nutrir el cuerpo y el alma plácidamente. Para ello, el hotel ha desplegado una experiencia gastronómica excepcional a través de sus diversos restaurantes, donde la degustación se convierte en una sinfonía de sabores, fusionada por momentos deleitables que se desenvuelven en una refrescante atmósfera, siempre al resguardo de las aguas del Mar Egeo, ya sea al disfrutar de un exquisito desayuno o al concluir el día con una velada romántica.
Esta propuesta no hace sino armonizar a la perfección con el estilo de vida mediterráneo, cuyo ápice es Folie Restaurant & Sea, mismo que eleva el concepto de club de playa hacia una alternativa más sofisticada, sea en un espacio interior cuidadosamente diseñado o en un área abierta que invita a dejar vagar la mirada en el interminable horizonte marítimo.
En tanto, Isola Manzara Garden revisa con maestría los clásicos de la cocina italiana, matizándolos con un toque contemporáneo; todo ello, inmersos en un espacio que invita a la relajación. Por otro lado, Attiko acoge a los huéspedes en un elegante salón que evoca un anfiteatro. Aquí, un imaginativo menú presenta sabores panasiáticos, así como cocteles inspiradores.
Para aquellos que prefieren saborear una auténtica cena turca, Anjel ofrece una variedad de platos tradicionales, como Menemen o Huevo con Sucuk. Este spot culinario también deleita a los comensales con opciones saludables, como el Acai Bowl o la Tostada de Aguacate. En la cena, eleva la experiencia al capturar los auténticos sabores locales.
Así, METT Bodrum se erige como un destino que, en armonía con las aguas intensamente azules del Mar Egeo, deja un halo duradero en la memoria de quienes lo visitan.
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