“Nunca se me va a olvidar una portada de un decorador francés, Valerian Rybar, pues cuando la vi fue para mí el momento cuando supe <<a esto me voy a dedicar, esto es lo que quiero hacer>>”, sin lugar a dudas”, nos contó el arquitecto. No obstante, el ahora exitoso decorador no planeaba dedicarse a ello originalmente: “No pensaba que ser decorador fuera algo a lo que te podías dedicar. Yo empecé a estudiar Administración de Empresas y frustrado me salí y en Monterrey empecé a estudiar arquitectura. Ahí fue que vi que esto era lo mío”.
Barroso afirma que en México hacen falta decoradores, que la industria del interiorismo hoy en día está en extinción, en parte por la economía complicada que se enfrenta en el país y en el resto del mundo. Asegura, que ha sido su experiencia lo que ha hecho que su despacho sobreviva en una era en la que la inconsistencia en la economía hace que titubee la industria. De igual forma él considera que parte de su éxito ha sido haber tenido la visión de recuperar la decoración en el país cuando no habían decoradores reconocidos desde Arturo Pani en los ochentas.
El recuento del éxito
Barroso nos confiesa que una de sus aficiones son los libros de decoración, incluso acentúa que antes de dormir lo último que hace es leer alguno de los libros que tiene junto a su cama. Ahora su libro se convierte en uno de esos tesoros que resguardan sus diseños.
“Mi libro me tomó 5 años hacerlo y recopila las obras de los últimos proyectos. Es una retrospectiva de mi trabajo y mi amiga Eva Longoria es quien me hizo el prólogo”, cuenta quien considera que hacer un libro es parte fundamental de cualquier persona que creativa.
“Siempre sueñas con hacer un libro para compartir tu experiencia con el mundo. Es como una huella que dejas, que perdura, para que la gente vea tu trabajo. Cuando haces una casa muchas cosas pueden pasar y desaparece lo que habías diseñado, pero siempre queda la imagen y yo quería hacer como un archivo permanente de mi trabajo”, explica.
Ricardo Barroso Interiors muestra la trayectoria en interiorismo de Ricardo a través de 240 fotografías a color en donde se conjuntan sus diseños en residencias, restaurantes, yates y aviones en México, Nueva York, Madrid y Los Ángeles. A pesar de que no es su primer libro – ha realizado cinco anteriormente – sí se trata del primero que hace en solitario, anteriormente lo había hecho como parte de compilaciones de arquitectos mexicanos, diseño mexicano o espacios arquitectónicos.
“Siempre digo que las obras a las que les agarras más cariño son las que más retos tienen. En el libro está el primer barco que hice. Llegué a Italia y no sabía cómo hacer barcos, es toda una materia hacer interiores para yates por todas las restricciones que tienen. Pero me capacité, hice un buen equipo y ya después hicimos los siguientes muy fácil”, nos platica.
Para seguir creando espacios originales y dignos de premios, como los espacios que se presentan en su publicación, la inspiración es clave. El creativo cuenta que la encuentra en los viajes: “Viajar es lo que me inspira, ver cómo diseñadores de otros lugares y de otras épocas hacían las cosas. Descubrir que no todo está escrito y todo siempre puede volver, evolucionar y que puedes incluirlo en tu trabajo. Uno de los más inspiradores fue uno que hice a Medio Oriente, sobre todo en Egipto y Petra”.
El sello de Barroso está en que sus diseños son multisensoriales. Lo que busca no es sólo lograr una atracción visual, sino una experiencia sensorial, que el espacio se vea y también se sienta, se escuche y se huela, por lo que el juego de aromas, de texturas y de luces es indispensable. Incluso menciona que a sus clientes les pregunta sus preferencias en cuanto a colores, olores, sabores y música, entre otras cosas.
Los retos aún no terminan para este mexicano, cuyos proyectos siguen creciendo tanto como sus deseos: “Sueño con restaurar el Castillo de Chapultepec o crear un hotel en alguna ciudad colonial, como San Miguel de Allende”.
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