La conmemoración del Día Mundial de la Obesidad, este 3 de marzo, es un recordatorio de los graves problemas que causa una enfermedad, que para 2030 afectará a más de 1,000 millones de personas. En la actualidad ya la padecen cerca de 800 millones, de acuerdo con cifras de Federación Mundial de la Obesidad.
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Para los especialistas la cuestión principal radica en que existe una concepción errónea sobre el significado de este padecimiento y lo complejo de su tratamiento.
“La gente supone que debe comer un poco menos y ejercitarse más y si lo hago a lo largo del tiempo, entonces, voy a resolver el problema. Pero no es así”, afirma de forma contundente Donna Ryan, expresidenta de la Federación Mundial de la Obesidad en entrevista con Forbes Life.
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A decir de la doctora las personas creen que es fácil controlar su peso corporal y el apetito. Y sí podemos comer menos por un tiempo –explica– pero después el apetito va a volver cada vez más fuerte y no es algo que podamos regular solamente pensándolo.
Lo anterior los lleva a sentir culpa por no poder bajar de peso. Pero detrás de todo eso subyace un complejo asunto que va mucho más allá de las buenas intenciones.
Si bien el estilo de vida influye de manera importante en este panorama, también existen factores genéticos que lo disparan de modo más rápido. Por esta razón, Johanna Ralson, CEO de la Federación Mundial de la Obesidad, explica que ambos elementos son igual de relevantes.
Para ella es vital que no solamente se reconozca como una enfermedad, sino que se institucionalice como tal. “Es trascendental asegurarnos que las políticas públicas reconozcan el desafío de la obesidad.”
MÉXICO FRENTE AL PROBLEMA
Si bien prácticamente todas las naciones del mundo están enfrentando dicha situación entre su población, lo cierto es que el país hace frente a este problema de forma acelerada. Aquí el 75% de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad y ocupa el primer lugar, a nivel internacional, de obesidad infantil. Y las cifras siguen aumentando.
“México es un país en donde tenemos las tasas de obesidad más altas en el mundo, así que es un problema muy grave”
Dra. Johanna Ralson
Existen varias explicaciones para ello. “Durante los últimos 20 años en México ha habido una crucial modificación del ambiente alimentario”, sostiene Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública.
A decir del especialista, el aumento en un 40% del consumo de bebidas azucaras, en los últimos 10 años, así como comidas procesadas; frente a la menor ingesta de alimentos importantes como las leguminosas (frijoles, lentejas, habas) y el beber muy poca agua son factores que de manera conjunta han contribuido para el incremento en los índices de obesidad entre la población mexicana.
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UN PROBLEMA COMPLEJO
A lo anterior habría que sumarle otros hechos como el poco tiempo dedicado a realizar actividad física intensa. Asimismo, la doctora Ryan comenta que el sueño y el estrés son muy relevantes. “En nuestro ambiente moderno muchas personas no duermen de manera suficiente o no tienen ese sueño saludable, es lo mismo con el estrés, que también general aumento de peso”, remarca.
Además existen otros factores ya mencionados como la genética, la cual contribuyen a disparar el sobrepeso. Entonces, la persona comienza a acumular grasa en los lugares incorrectos como el abdomen, el hígado, riñones, alrededor del corazón y el páncreas. “Justo esa grasa maligna va a causar diabetes, enfermedades cardiacas, 13 tipos de cánceres, entre otros”, comenta la especialista.
Con ello, su tratamiento se vuelve más complejo, pues mientras la persona intenta perder peso, hay una reacción biológica del cuerpo para defender su masa corporal, lo cual provoca que esto se vuelva un tema difícil de tratar, incluso, a nivel médico.
“Estamos tomando muy poca agua y estas son parte de las cosas que tienen que cambiar”
Dr. Simón Barquera
Por estas razones, lo más fundamental es la prevención. Para ello, la doctora Johanna hace algunas recomendaciones sencillas que la gente podría seguir como consumir alimentos más saludables y realizar más actividad física, así como revisar el tema del etiquetado en los alimentos para saber qué se está comprando.
“Todas estas herramientas simples son efectiva, pequeños pasos que en conjunto pueden ser muy poderosos. Pero sin duda no son suficientes, hay que hacer un cambio para poder asegurarnos que se mueva la marea”, resalta Ralson.
“Para poder entender a la obesidad debemos hacerlo como una enfermedad que tiene causas y también consecuencias”
Dra. Donna Ryan
En sintonía, el doctor Simón Barquera asegura que es impresionante la cantidad de calorías que la población mexicana toma en sus bebidas como refrescos, cerveza, bebidas alcohólicas, jugos, licuados, entre otros. “Si las disminuyen van a hacer un gran cambio para ellos”.
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Por su parte, Donna Ryan agrega que también se debe dormir suficiente y manejar el estrés. “Incluso si tienes sobrepeso, ya no subas más, quédate en donde estás”, resalta.
De no prevenirlo, esto puede llevar a la obesidad y con ello se generan una serie de problemas de salud que van mucho más allá de la apariencia personal y el verse bien.
