Cuando se habla de higiene y protección contra los contagios, existen una multitud de artículos de los cuales cada vez tenemos más información: gel antibacterial, toallas húmedas desinfectantes, los cubrebocas –y el tipo de filtro que deben emplear para máxima protección– entre muchos otros.
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Sin embargo, uno de los productos de los cuales raramente se habla, pero que usamos cada vez con mayor frecuencia, son las toallas húmedas desinfectantes. Esto obedece a una tendencia que no hará más que crecer: implementos como limpiadores líquidos o desinfectantes personales —así como para el hogar— se han dedicado a crecer a lo largo de los últimos tres años, a partir del comienzo de la pandemia de COVID-19.
Según reportes de la Encuesta Sindicada Nielsen Shopper Behavior COVID-19, más de la mitad de las y los consumidores en México incrementaron sus hábitos de limpieza doméstica.
A pesar de su incremento en popularidad, las toallas húmedas desinfectantes suelen reducir la conversación a algunos detalles aquí y allá, sin presencia real de información. De la misma manera, se quedan en el aire cuestiones como qué función desempeñan realmente, así como la mejor manera de elegir estos productos y con base en qué. Por ello, en Forbes Life —con el respaldo de expertos en el tema— te damos a conocer un poco más sobre lo que debes tomar en consideración en tu próxima compra.
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¿Cómo funciona el poder activo de las toallas húmedas desinfectantes sin cloro?
El ingrediente activo dentro de una toalla húmeda, si es que anuncia capacidad de desinfección —por ejemplo, Clorox— se compone de dos fórmulas, principalmente: el ingrediente limpiador y el biocida, siendo este último el que se encarga de eliminar bacterias, virus y hongos.
A diferencia del gel antibacterial o los desinfectantes para uso en el hogar, las toallas húmedas desinfectantes tienen un contacto de mayor duración con la piel y una multitud de superficies.
Las toallas desinfectantes sin cloro actúan eliminando virus y bacterias –incluyendo SARS-CoV-2, virus causante del COVID-19— gracias a que emplean un conjunto de compuestos denominados amonios cuaternarios —o QACs, por sus iniciales en inglés—, que además de no tener olor propio, no emplean compuestos que puedan dañar la piel, tal como comparte para Forbes Life Armando Ruiz, Clorox Cluster North Latam.
“Los agentes de limpieza y solventes presentes en las toallas desinfectantes ayudan a penetrar, liberar, disolver y atrapar la suciedad de las superficies, eliminando la suciedad y muge, evitando sólo moverla de un lado a otro”.
