Whiskeys hay muchos; Tennessee Whiskeys, no tantos; y por supuesto, sólo uno puede ser el mejor.
El Tennessee Whiskey se distingue del resto de los whiskeys americanos gracias al proceso de filtrado por carbón de maple que atraviesa la mezcla líquida antes de vertirse en las barricas de roble blanco americano en que se pondrá a madurar. Si la mezcla líquida no se ha fitrado por carbón de maple, entonces no se puede hablar de un Tennessee Whiskey.
La destilería de
Jack Daniel’s, ubicada en Lynchbourg, Tennessee, ha producido el Tennessee Whiskey de mayor calidad en el mundo desde 1866. Este 2016, se cumplieron ya 150 años de hacer whiskey como el mismo Jack Daniel enseñó a hacerlo:
con pasión, vocación, y de manera 100% artesanal.
Jack Daniel’s cuenta con diferentes expresiones, todas ellas extraordinarias; sin embargo, hay una que aún cuando su sabor nos hace pensar que es una en un millón, en realidad, sólo una de cada 100 barricas logra esta denominación. Se trata, nada más y nada menos, que de
Jack Daniel’s Single Barrel Select.
“Tomar un trago de Jack Daniel’s Single Barrel es probar la historia, tradición y experiencia artesanal de una de las destilerías más antiguas e importantes a nivel mundial, producto de la visión de un verdadero genio en el arte de hacer whiskey”.
Una entre 100 barricas
Las barricas seleccionadas para formar la exclusiva categoría son elegidas por sobresalir rotundamente en sabor, color y olor de entre aproximadamente cada 100 barriles.
Cada botella de
Jack Daniel’s Single Barrel es única, y la probabilidad de que se encuentren dos idénticas dentro del mismo país es prácticamente nula, ya que las que se obtienen de cada barril son distribuidas a lo largo y ancho del planeta para garantizar que todos tengan la oportunidad de experimentar su inigualable sabor.
¿Qué tanto pueden cambiar las características de una botella a otra? La respuesta es sólo lo suficiente para ser diferentes entre sí, pero lo necesario para seguirse considerando parte de la familia
Jack Daniel’s Single Barrel.
