Alec Monopoly presenta su nueva colaboración con TAG Heuer, un reloj que define el estilo mientras se mezcla en un conjunto de colores y diseño único que modernizará el look de cualquiera que lo porte.
Desde los inicios de la casa relojera suiza, se dan la mano ciencia, artesanía y alta calidad de relojes producidos. Tag Heuer ha mantenido su liderazgo en el mercado desde 1860 gracias a su calidad, relaciones públicas y marketing sin precedentes en los que involucra arte, estilo de vida, deporte y tradición.
En el marco del Salón Internacional de Alta Relojería, Tag Heuer organizó una íntima y muy exclusiva reunión en una ecléctica casa de la Condesa, (Ciudad de México) en la que se pudo apreciar el proceso creativo del joven artista neoyorkino, Alec Monopoly que en solidaridad a los acontecimientos ocurridos el pasado 19 de septiembre en el país mexicano, llamó a su obra “Fuerza México” y donó el lienzo homenaje a
Global Gift Foundation para apoyar el esfuerzo de reconstrucción y ayuda a las víctimas.
El artista del graffitti Alec Monopoly, es embajador de la marca de la edición especial de Tag Heuer y su colaboración para la industria, es exclusiva con un reloj de edición limitada, está elaborado en cuarzo, tiene cristal de safiro, en una caja de 41 mm de diámetro en acero cepillado, un bisel giratorio unidireccional con escala de 60 minutos en acero con revestimiento PVD negro y acabado alternados con un casquillo roscado en acero con logotipo “ALEC” especialmente grabado y dando la alusión del derrame de la pintura de aerosol, el irreverente reloj es resiste al agua con una profundidad máxima de 200 metros.
Karim Santiago, (
Brand manager de Tag Heuer México), comentó que es un reloj irreverente como el mismo arte de Alec Monopoly, pero con la sofisticada calidad y técnica de los relojes suizos de Tag Heuer que están en constante innovación y adaptándose a las necesidades del mercado actual.
Así mismo, Enrique Uribe (Managing director) nos comentó la importancia de abrir nuevos vínculos y que la calidad de un reloj Tag Heuer es sin duda una excelente opción para el mercado joven que gusta de diseños nuevos, pero en calidad de uno que posee la tradición de excepcionales cronógrafos.
Christian Weissbach, Presidente de TAG Heuer para América Latina y el Caribe destaca que, Alec Monopoly es un embajador audaz como los relojes que son atemporales, pero también expandirse hacia el consumo de gente que aprecia el arte urbano y los millennials.
En entrevista exclusiva para Forbes Life, Alec Monopoly, nos relató cuando Jean-Claude Biver le hizo la propuesta de colaborar en tan encantador proyecto y como sin duda aceptó, puesto que era una oportunidad sorprendente para su arte, además de la increíble admiración que Alec Andon tiene hacia el Señor Biever ya que lo considera un verdadero genio en el mundo de la relojería, el excelente manejo del marketing y su trabajo es verdaderamente inspirador.
Para el joven artista es un sueño hecho realidad y significa mucho para él, ser embajador de una marca como Tag Heuer, ya que siempre le han encantado los relojes, pero sobretodo ver su arte en un reloj suizo es simplemente asombroso. Además le ha dado muchas satisfacciones al conocer nuevos lugares, coleccionistas y nuevos fans al otro lado del mundo, la oportunidad de dar charlas en universidades y lo sorprendente que es este tipo de colaboración; ya que no se había hecho antes un reloj de lujo con arte urbano en el que hasta hace poco tiempo el graffitti se había considerado como “arte criminal” y en el que Alec ha sido parte de romper ese paradigma al hacerlo en la forma legal, sin dañar tiendas, viviendas u oficinas y caer en el vandalismo, en el que transforma un horrible y grande muro en algo bello que inspire o le aporte algo de alegría y arte a quien lo admire.
Este reloj también es una pieza de colección al ser un objeto de lujo en el que va plasmado el irreverente y muy divertido estilo del artista neoyorkino, que se considera en este momento en un momento exitoso de su vida, ya que aprecia la respuesta positiva que ha tenido el público hacia su obra y si a ellos les hace feliz a él también, y agradece a quién comparte una visión del mundo lleno de diversión y lujo desenfadado ante la vida.
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