Si comienzas a tener un gusto por la astronomía, sabrás que un telescopio será tu mejor aliado para observar el espacio exterior. Es por ello que elegir uno adecuado se vuelve un poco complicado si no sabemos exactamente sus características y qué es lo que podremos ver con ellos.
Tipos de telescopios
De acuerdo con Clara Luz Cornejo Aguilar, presidenta de la Sociedad Astronómica de la Facultad de Ingeniería (Safir) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los tres telescopios más comunes en el mercado son los Newtonianos (reflectores), Galileanos (refractores) y los Catadióptricos.
Juan Pablo Pérez López, exdirector de infraestructura de Safir explicó a Forbes Life cuáles son las características de cada telescopio:
- Galileanos: También conocidos como “refractores”, se tratan de tubos largos y delgados, como un catalejo que son adecuados para ver planetas o la Luna y suelen usar lentes.
- Newtonianos: también conocidos como “reflectores” son tubos un poco más amplios y pueden ser largos o cortos. Funcionan con espejos y estos nos permiten ver, además de planetas, nebulosas, galaxias y cúmulos estelares.
- Catadióptricos: Se trata de los telescopios más especializados, ya que funcionan con espejos y lentes. Suelen ser tubos con un diámetro bastante amplio, desde seis pulgadas, pero cortos en cuanto a lo largo del tubo. Son usados para la observación de planetas, “aunque es un tubo muy corto tiene una distancia focal muy larga, entonces nos da muchos aumentos y eso es ideal para ver a los planetas”.
¿Qué tomar en cuenta para comprar un telescopio?
Pérez López detalla que una regla es que entre más grande sea el telescopio será mejor la visión, pero lo que nos debe importar es el diámetro, “el telescopio en sí funciona como un embudo de luz”, entre más amplio sea el diámetro, mejor captación de luz tendrá.
Si esta información la aplicamos a los telescopios, en el caso de los Newtonianos poseen la característica de tener una mayor apertura que se reflejará en una mayor entrada de luz, lo que lo hacen ideales para ver objetos brillantes más allá de los planetas y la Luna, como galaxias y nebulosas. No así el caso de los Galileanos, que se quedan cortos, aunque son perfectos para ver planetas o la Luna.
Otro aspecto a considerar, es el tipo de montura, es decir, el tripié en donde será colocado el telescopio y que también permiten moverlo a distintos puntos para ver el espacio exterior.
Esto te interesa: Aprende a poner videos de Youtube en tus estados de WhatsApp
En los tipos de monturas, detalla Juan Pablo, encontramos las altacimutales que nos permiten mover libremente el telescopio y son más intuitivas; también están las monturas ecuatoriales, que trabajan con coordenadas y su ventaja “es que nos van a permitir el seguimiento de los objetos con el movimiento de un solo eje, lo cual hace más fácil el trabajo de seguimiento, pero son un poco más complicados de usar”.
Por último, encontramos las monturas electrónicas que ya están programadas para encontrar objetos y se mueven autónomamente dando seguimiento al objeto que deseas ver.
Lo importante de estas monturas es que estas sean estables y robustas, ya que así soportarán las ráfagas de viento e incluso terrenos no muy estables.
¿Qué telescopio nos conviene?
Cornejo Aguilar nos recomienda los telescopios Newtonianos, ya que solo se valen de dos espejos (primario y secundario), lo que los hace más fáciles de construir, aunque en contraparte encontramos que pueden descolimarse, es decir, los espejos se desajustan por lo que no podemos enfocar ni centrar el objeto astronómico; sin embargo, existen aparatos para colimarlos o incluso en muchos casos el manual indica cómo hacerlo por nuestra cuenta.
Pérez López nos recuerda que también es importante analizar qué es lo que queremos observar realmente, porque si solo queremos observar planetas y la Luna un Galileano puede ser una buena apuesta.
Aunado a ello, en el caso de los Newtonianos entre más amplio es el diámetro, esto nos permitirá ver más a detalle objetos estelares, pero también implica una mayor inversión, por lo que si solo vemos a la astronomía como un hobby podría representar un alto gasto innecesario.
¿Cómo saber cuál es el adecuado para un amateur o un profesional?
Juan Pablo nos explica que es sencillo si nos basamos en el diámetro. Los telescopios, indica, más bajos son de 40 milímetros, pero son prácticamente un juguete. Si se busca algo más serio se debe buscar una apertura de 70 para arriba, ya que los de 50 o 60 milímetros son prácticamente para aprender y funcionan como un buen regalo para un niño.
¡No te lo pierdas!: Ryugu, el asteroide que ‘pudo’ traer el agua a la Tierra
Adentrarse en el mundo de la astronomía va más allá de localizar constelaciones, se trata de una empresa un tanto complicada, pero con el uso de un buen telescopio puede pasar de un hobby a una disciplina muy enriquecedora.
Síguenos en:
