The Lanesborough es el hotel más caro de Londres, pero más allá del precio su punto fuerte es una exquisita atención al detalle: desde la decoración original de un ícono de la arquitectura de estilo regencia a una gastronomía del más alto nivel. Una nueva dimensión del concepto de hotelería de lujo. Por Álvaro Retana Hay hoteles y hoteles, y después está The Lanesborough. Tras una ambiciosa renovación, el hotel más caro de Londres —una noche en la Royal Suite cuesta 26,000 libras (casi 650,000 pesos)— ha vuelto a abrir sus puertas en uno de los barrios más exclusivos de la capital británica, Knightsbridge, con vistas a Hyde Park y un servicio del que muy pocos hoteles en el mundo pueden presumir: un mayordomo privado, las 24 horas del día, al servicio de todos los huéspedes (hay 23 en todo el hotel, que se pueden llamar las 24 horas del día). Con 93 habitaciones, 43 de ellas suites, es uno de los establecimientos más exquisitos del mundo. El escenario ideal para los amantes del estilo eduardiano que recrean series como Downton Abbey o las novelas de Henry James, sociedad que llegó al colmo del refinamiento entre molduras de escayola estofadas con pan de oro y estucos de inspiración neoclásica. De hecho, el edificio que alberga al hotel es una construcción histórica —sede de la antigua casa del vizconde Lanesborough, que durante los siglos XIX y XX albergó un hospital, diseñado por William Wilkins, arquitecto de la National Gallery—, es una de las reliquias más valiosas de Inglaterra en el estilo Regencia, que comprende los primeros años del siglo XIX, cuando Jorge IV era aún príncipe regente; se trata de un estilo estrechamente relacionado con la arquitectura neoclásica georgiana, a la que Wilkins agregó un toque de elegancia y claridad. Estos dos valores han sido los que han guiado al estudio de diseño de interiores Alberto Pinto, mundialmente reconocido, a la hora de recrear el ambiente original de una casa palaciega británica. La rehabilitación ha requerido la participación de un equipo de 300 artesanos, entre ebanistas, bordadores, doradores, especialistas en cristales, bronces y espejos, y fabricantes de adornos decorativos. Se han resucitado técnicas ancestrales empleadas en la decoración de los palacios y mansiones solariegas más lujosas de Gran Bretaña (sólo en las molduras de los techos se han utilizado más de 2,100 libros de pan de oro de 23 ¼ quilates). 7227SU521_Lanesborough_Rm210_7_notablet_hero La joya de la corona es la Royal Suite, con 450 metros cuadrados, que alberga siete habitaciones, siete baños, dos salones y un comedor privado distribuidos en lo más alto del hotel. Sin embargo, hay opciones más asequibles, en alguna de las habitaciones que cuestan sólo 700 libras (unos 17,500 pesos mexicanos). Todas ellas destilan la verdadera esencia del espíritu premium que impregna todas y cada una de las estancias del hotel, entre brocados y gruesos tapetes, arañas con pesadas lágrimas de cristal de roca y exuberantes centros de flores frescas distribuidos en las zonas comunes, como un detalle que la dirección ofrece a sus huéspedes. Perteneciente a la cadena Oetker, dentro de su colección Mastepiece Hotels, The Lanesborough destaca por su sutil elegancia, los detalles arquitectónicos de una época en la que esta disciplina era considerada como una de las Bellas Artes y una decoración propia de una de las grandes residencias aristocráticas británicas, ya sea de la Familia Real o del ficticio Brideshead. Una joya cuya gestión está en manos de Geoffrey Gelardi. Frank Marrenbach, ceo de la cadena Oetker, considera que se trata de “una adición prestigiosa para nuestra colección, un gran paso hacia nuestro desarrollo integral y un complemento natural a Le Bristol Paris, su hotel hermano”. En este caso, la alta gastronomía también cobra protagonismo de la mano de Florian Favario, sous-chef y discípulo favorito de Eric Frechon, el chef más apreciado de París, con tres estrellas Michelin, responsable del éxito de Epicure, restaurante del hotel Le Bristol Paris, del que Favario fue jefe de cocina. En la actualidad, está al frente de su versión británica, Céleste, una meca gastronómica que rompe con el cliché de que en la capital inglesa es prácticamente imposible comer bien (por el contrario, Londres se ha convertido en los últimos años en un paraíso foodie). La carta está inspirada en la delicada tradición de la comida francesa, con especial atención al producto: rodaballo, cordero, jitomate, hongos, queso, durazno y chocolate son algunos de los elementos estrella del menú. 7318SU530_Lanesborough_Withdrawing_1_lights_hero Placeres a la carta The Lanesborough cuenta con uno de los mejores bares de Londres —y del mundo—, The Library Bar con una amplia carta de cocteles; y un cigar lounge, el Garden Room, que reúne una selección de habanos y coñacs históricos (como el London Acquired Cognac, que data de 1770; una copa cuesta 6,500 libras, más de 162,000 pesos) que lo ha convertido en referente para los connoisseurs más exigentes. Además, el hotel cuenta con siete salones privados diseñados por separado por el gabinete de Alberto Pinto. En un hotel que presume de ser el súmmum del lujo británico nada se ha dejado al azar, ni siquiera el aroma. El perfumero inglés Roja Dove ha creado una fragancia personalizada sólo para los espacios comunes y suites, además de las amenities de baño. Un viaje al esplendor del imperio británico que, como en un déjà vu proustiano. Joyas de colección La Masterpiece Collection del grupo Oetker reúne algunos de los hoteles más exclusivos del mundo, junto a The Lanesborough y Le Bristol Paris. En Francia, se encuentran L’Apogée Courchevel en los Alpes, un lujoso chalet con una atmósfera cálida y familiar; Château Saint-Martin & Spa, un romántico castillo ubicado en la Provenza con vistas al Mediterráneo; y Hôtel du Cap-Eden-Roc, en Cap d’Antibes, donde el glamour clásico se reencuentra con el lujo contemporáneo. En el mar Caribe, Eden Rock, en Saint-Barthélemy, ubicado en un promontorio rocoso rodeado de arenas blancas y mar turquesa. En las Sheychelles, Fregate Island Privat. Y en Alemania, Brenners Park-Hotel & Spa, en medio de la Selva Negra. La ceremonia del té Más que una tradición inglesa, el afternoon tea es toda una institución: el té se sirve en los salones del restaurante Céleste con toda la pompa y circunstancia que requiere esta ceremonia. Scones recién horneados, elaborados por el chef repostero Nicolas Rouzaud, confituras de frutas caseras, sandwiches recortados con precisión milimétrica elaborados con ingredientes orgánicos, nata fresca… The Lanesborough cuenta con un sommelier de tés que guía al neófito entre una amplia gama de variedades de tés, que ha sido reconocida con el UK Tea Council’s Award of Excellence. 7336celeste1

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