La filosofía detrás del mezcal Buen Viaje nace de rescatar la esencia original de este destilado mexicano. La idea del proceso hecho a mano, los ingredientes naturales que tardan entre 7 y 30 años en ser cultivados y la cultura detrás de más de 3,500 años. Por: Christin Parcerisa y Julio Hernández Los creadores se distinguen por hacerlo tradicionalmente. Elaborado con magueyes maduros que deben pasar por un proceso de fermentación sin químicos y resultar en un grado alcohólico de 45 grados o más. Es por ello que la producción que realizan es limitada. Foto Buen Viaje Los 6 tipos de mezcales que ofrecen se basan en los distintos tipos de agave, pues utilizan bicuixe, tobalá, madrecuixe y espadín, así como dos creados con mezclas de los mismos. Éstos se encuentran contenidos en una botella negra que representa la artesanía tradicional de barro negro oaxaqueño con decoración del arte wixárika. Tras 4 años de haber lanzado la marca, recientemente anunciaron la primera edición especial de este mezcal en San Miguel de Allende, la cual nace bajo el nombre de “Dualidad”. Ésta se distingue por haber sido realizada con agave tepeztate con una maduración de 30 años. Para rendirle homenaje a la tradición artesanal, la botella está decorada totalmente a mano con arte huichol y viene acompañada de un libro que ahonda sobre la historia y todos aquellos rituales que han envuelto al mezcal desde años prehistóricos.   Buen Viaje2   “Mi socio y yo abandonamos la zona de confort y nos dedicamos a viajar por todo México, conociendo las tradiciones del país. Este libro es una recopilación de este buen viaje de la vida, de los personas que se enamoraron de México, de un proyecto, de un producto y de esta bebida”, afirmó Martín López, socio fundador de Mezcal Buen Viaje. Esta edición está limitada tan sólo a 100 unidades, tanto la botella como el libro cuyo prólogo fue escrito por Hugo D’Acosta, uno de los enólogos más prestigiados en México. No obstante, se pretende traducir el libro en varios idiomas para expandir la cultura mezcalera más allá de las fronteras del país. “Lo que queremos hacer es llevar al mezcal a otros países para que se posicione en la categoría de los mejores destilados del mundo, porque no hay ningún destilado tan complejo, que tenga que añejar tanto la materia prima, la madre tierra”, asegura Martín.   libro   Eugenio Maillefert, socio fundador de la marca, afirma que aunque aún no están exportando, sin duda ese es el siguiente paso. La mira es llegar a Europa, pues comenta que es en aquel continente en donde valoran más la tradición que conlleva una bebida de este estilo. El mezcal realizado con espadín será el que lleven fuera de México, ya que es el tipo de agave que da una mayor producción, hoy en día producen entre 5 mil y 6 mil botellas.

 

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