Un recorrido exprés para conocer lo mejor de este país sudamericano. Playas, casinos, hoteles boutique, carne premium
y una incipiente industria vitivinícola conforman Uruguay.
Por Milagros Belgrano
Montevideo, la capital de este país de poco más de tres millones de habitantes está de moda. Sus playas sobre el Río de la Plata, su economía estable, bajo índice de violencia y cercanía con una gran metrópolis como Buenos Aires —una hora y media en ferry— lo vuelven el lugar ideal para vivir, sobre todo para gente de alto poder adquisitivo. Si se cuenta con poco tiempo, sugerimos visitar la rambla, que abraza las orillas del río, el Teatro Solís, el museo del candombe, y el Café Brasile-ro, fundado en 1877 y reducto de emblemáticos escritores charrúas como Mario Benedetti y Eduardo Galeano.
El barrio de Carrasco alberga la zona VIP de la capital uruguaya. Recomendamos pernoctar en el Sofitel Montevideo, emplazado en lo que era el antiguo hotel Casino Carrasco. Patrimonio Histórico Nacional, en 2009 fue adquirido por el grupo francés, y en 2013 se reinauguró tras importantes trabajos de restauración.
Punta del Este
A hora y media de Montevideo se encuentra Punta del Este, península que une el Río de la Plata con el Atlántico. Lo ideal es visitar este balneario entre noviembre y abril, época de calor en el hemisferio Sur. Para conocerla a vuelo de pájaro, recomendamos visitar su puerto, la playa Mansa y la Brava, su barrio tradicional. Si hay tiempo, visite el museo taller de Carlos Páez Vilaró, en Punta Ballena. Para hospedarse, una buena opción es el Conrad Punta del Este Resort y Casino, el casino más visitado del hemisferio Sur con una ajetreada vida nocturna.
Al norte de Punta del Este, el pueblecito de José Ignacio tiene algunos hoteles y restaurantes. A pocos kilómetros de la playa se encuentra Estancia Vik, un hotel de arte creado por el entrepreneur noruego Alexander Vik, que vive en Mónaco y regentea una destilería de vodka escandinavo, Christiania, y una galería de arte en Manhattan. Muy cerca está la laguna Garzón, reserva de biósfera reconocida por la Unesco que cuenta con un hotel flotante, Laguna Garzón Lodge. A pocos kilómetros, en el pueblo Garzón, el chef Francis Mallmann tiene un hotel boutique.
