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Las Olimpiadas han comenzado. Japón —conocido por ser una nación con la mirada siempre colocada hacia el progreso— decide dar un paso más allá, no solamente asegurando a las personas asistentes con las más meticulosas medidas de sanidad; también, encargándose de asegurar la necesidad energética de futuras generaciones, redoblando esfuerzos para con un magno evento que muestra alternativas sustentables amigable con el medio ambiente.
“La sustentabilidad estará al frente de los Juegos Olímpicos […] para enfrentarse a los retos ambientales a escala global con los que nos encontramos”, como menciona la cuenta oficial a través de Twitter.
Contemplando las metas estipuladas por la Agenda para el Desarrollo Sustentable 2030 —puesta originalmente en marcha por las Naciones Unidas—, el Comité Olímpico de Tokio se ha dedicado a la implementación de diversas tecnologías que cumplan con éstas; al tiempo, garantizar unos Juegos con el espectáculo y la grandeza que se merecen.
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En Villa Olímpica
En las instalaciones de la Villa Olímpica, por ejemplo, contarán con el Harumi Port Park, espacio de residencia y estancia. Además de amplias áreas verdes y jardines —equipados con vegetación nativa, como parte de un proyecto para la flora urbana—, cuenta con diversas amenidades.
La casa de relajación
Como ejemplo podemos encontrar la Casa de Relajación, que además de albergar múltiples sillas de masaje para los competidores, se precia de utilizar al 100% energía derivada del hidrógeno, una de las alternativas ecológicas más prominentes en estos Juegos.
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Los Vehículos
Los vehículos que transportarán a los participantes serán mayoritariamente impulsados por electricidad: a lo largo de Harumi se podrán encontrar diversas estaciones de recarga para vehículos colectivos, mismos que se moverán mediante celdas de combustible limpio, igualmente derivados del hidrógeno. Con ellos, podrán llegar a sus respectivos destinos miembros de las delegaciones y el personal.
Las medallas
Los triunfadores en cada una de las contiendas deportivas también podrán llevar consigo evidencias de las iniciativas ecológicas; todas las medallas otorgadas durante las premiaciones están hechas de metales recolectados de dispositivos electrónicos, posteriormente reciclados para la fabricación de las preseas.
“[…] Desde 2017 hemos recolectado aparatos electrónicos, como dispositivos móviles, de personas viviendo en Japón. Ahora, hemos alcanzado el 100% de los metales necesarios para producir las aproximadamente 5000 medallas para entregar a los atletas durante los Juegos[…]”
Las Antorchas
De la misma manera, las antorchas utilizadas durante la inauguración para encender el pebetero son un testamento más al cero desperdicio; sus materiales son recuperados de los que se emplearon para dar viviendas temporales a las víctimas del terremoto en Touhou, hace poco más de una década.
Tokio se perfila para los días venideros con la mirada puesta en unos Juegos sin precedentes, asentando pautas para futuras exhibiciones.
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