Un amanecer acompañado de horizontes que se dibujan mágicos al son del Mar de Cortés o bien, la simple contemplación de una edificación inspirada en la arquitectura mexicana contemporánea en sintonía con las estepas desérticas que habitan en el desierto de San José del Cabo, son solo parte de las experiencias naturales que entrega Zadún, a Ritz-Carlton Reserve.
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La experiencia
A su paso, la reserva nos entrega poco a poco un epicentro dispuesto para los viajeros sibaritas que gusten de una estancia –en pareja o con toda la familia–, que incluye múltiples experiencias gastronómicas, de bienestar y entretenimiento natural.
Así le damos la bienvenida a EQUIS, el restaurante que acompaña una tarde de sol mientras se disfruta de la pesca del día como parte del menú de océano con un combinado de mariscos que destaca las técnicas locales que dan sabor al estilo de la Baja.
Ya llegada la noche, ‘La Taquería’ hace su aparición en el restaurante “El Barrio”, donde se presentan los sabores más típicos de una degustación de tacos acompañados de una selección de coctelería que van de la mano con esta experiencia que sabe a México, y donde no puede faltar el son de canciones típicas que a lo lejos adornan en armonía, una noche en San José del Cabo.
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Al amanecer, todo indica que la paz que se respira tendrá continuidad en un espacio de relajación que promete ponernos en sintonía meditativa, se trata de Alkemia Spa, donde a través de la magia de los aceites de lavanda se firma un preámbulo para lo que nos espera, la experiencia Savasana.
A través de poderosos sonidos que contemplan cánticos, acústica de naturaleza y fauna y armonías que entregan relajación, poco a poco se nutre este espacio propio de paz que llama a estar únicamente con nuestra alma, mente y espíritu.
En estos aires naturales, la mañana nos sorprende entonces con una propuesta botánica, un trip que nos permite entender el hábitat del desierto y la manera en que la naturaleza se hace presente en él, y así se adorna el caminar con la magia de linajes de: casia plateada, la carissa macrocarpala, el caesalpinia pulcherrima o árboles emblemáticos de la región como el torote blanco, entre otros.
Esta reserva que brilla ante el poderoso sol que acompaña los días, abraza a la naturaleza y a sus habitantes en medio de espacios que cuentan con una encomienda de comodidad y lujo relajado. Los Cabos presenta una convivencia original que no pierde de vista a sus principales protagonistas, el océano y el desierto.
Cerrando esta experiencia en medio de este emblema en medio del desierto, nuestros invitados distinguidos de noche serán: una noche de estrellas que nos invita a descubrir más de sus constelaciones, una luna llena mágica que ilumina –a la distancia–, el sobrevuelo de una parvada de tapacaminos, aquellas que durante el día acumulan calor para convivir por la noche con lo que en tierra acontece en compañía siempre del Mar de Cortés.
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