Rodeado de imponentes glaciares, tundra y con el sol de medianoche, Svalbard, un archipiélago noruego ubicado en el océano Ártico, se ha convertido en uno de los destinos ideales para los amantes de la naturaleza y los climas fríos.
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Svalbard permite a los viajeros recorrer uno de los lugares poco explorados por la humanidad, donde podrás acercarte a su vida salvaje, desde ballenas, osos polares, hasta zorros del ártico que se conjugan con su amplia diversidad de aves.
Su capital, Longyearbyen, es considerada la ciudad más septentrional del mundo dentro de Spitsbergen, la isla más grande de este archipiélago conocida como “La tierra del sol de medianoche” y “La capital de la vida silvestre del Ártico”, donde tendrás la oportunidad de navegar en zodiac por los fiordos y, con un poco de suerte, podrás maravillarte con el reno endémico de Svalbard.
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Otra opción para los viajeros es visitar el pueblo fantasma Pyramiden o la bóveda del fin del mundo, donde se guardan millones de semillas para su conservación.
El verano es una de las temporadas más atractivas para visitar esta zona ya que hay un mejor avistamiento de especies que acuden para alimentarse, aunque, además de la fauna, uno de los espectáculos más buscado es el sol de medianoche, un espectáculo natural que resulta en 24 horas de luz diurna y que se puede disfrutar desde abril y hasta agosto.
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La mejor época para viajar es de mayo a septiembre, que coincide con la mayoría de las expediciones polares, y la mejor forma de conocer Svalbard es a través de cruceros de expedición que además de contar con embarcaciones polares, tienen un equipo especializado conformado por expertos polares en vida silvestre, glaciólogos, ornitólogos y hasta fotógrafos que te ayudarán a vivir la aventura al máximo.
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