“En el vino muchas cosas vienen del corazón”, Aurelio Montes.Después de 16 años como enólogo de las más grandes bodegas de Chile Aurelio tomó la decisión de independizarse y crear una línea para exportación con vinos distintos que apuntaran a una alta gama. “Así nace la Villa Montes en el año del 86 – 87. En 88 despachamos la primera botella y el mercado estaba muy dispuesto. Aunque teníamos temor de cómo iba Chile a competir contra Francia, España, etc. Era como un David y Goliat, pero resulta que la cosa funcionó”, cuenta.
Lee también: El viñedo familiar que se convirtió en un imperio de vinos italianosSu éxito fue que empezaron a hacer las cosas muy distintas a lo que se venía haciendo: “Empezamos a plantar vides en valles donde nunca se habían plantado, buscando un terruño, un terroir, que se adaptara a cada una de las variedades, cosa que no se había hecho antes en Chile. Captamos el interés internacional cuando vieron que éramos más innovadores. Refrescamos la viticultura porque habían enfermdedades endémicas, instalamos un vivero propio, trajimos plantas de Francia con una genética moderna, etc. De ahí en adelante muchos nos siguieron en esto”. Lo anterior hizo que se posicionaran muy rápido, tan sólo en cinco años lograron lo que muchos vinos tardan generaciones en lograr. 30 años después, ¿cómo seguir innovando? Aurelio Montes Jr. comenta a Forbes Life que la innovación no siempre se trata de un cambio violento, ni siquiera algo que pueda ser percibido directamente por el consumidor y que su visión es innovar en todas las áreas, no sólo en las evidentes. “Empezamos con el descubrimiento de variedades distintas, como haber hecho los primeros vinos iconos de Chile, o traer el Syrah al país, esa es una innovación muy violenta. Hoy está muy establecida y la innovación va más en precisión, cosas que como consumidor no se ven, por ejemplo, la sustentabilidad”, explica el Aurelio Jr.
Lee también: Estos son los ocho mejores vinos de América Latina, del 2017Con la sostenibilidad como la nueva meta, Montes fue la primera bodega en Chile y la segunda en el mundo en obtener un certificado Green. Con este certificado se comprometen como empresas a mejorar los estándares de calidad y producción, preocupándose del medio ambiente, de la comunidad, del uso de agua y electricidad y la rentabilidad. “Hemos disminuido 70% el uso de energía y bajado más del 50% el uso de agua… El producto sigue siendo la misma calidad, pero mejoramos los estándares. En 7 años bajamos el uso de agua casi a la mitad, que significa que en una finca bajamos el uso de agua en 840 millones de litros al año. Eso corresponde al uso de agua de 20 mil personas en un año”, cuenta Aurelio Jr. Cómo conocer el vino chileno Los propietarios de la bodega nos comparten las claves para descubrir sus ventajas:
- Es muy difícil equivocarse con un vino chileno, porque son bien hechos, bien logrados, fáciles de entender.
- Tiene una relación precio calidad buena. No hay que gastarse mucho dinero para tener un muy buen vino enfrente.
- Los vinos del nuevo mundo, por el clima tan benevolente, son muy fáciles al paladar, no son intimidantes, son muy afrutados, de taninos muy sedosos, amigables y te invitan a probar más de una copa.
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