Vinos españoles, los predilectos en México

Al ser España el principal proveedor de vino en México, se realizó una muestra de vinos de España en México, la cual pretende potenciar las relaciones comerciales con importadores y distribuidores mexicanos. Entre espumosos, tintos y blancos, se llevó a cabo la décima edición de la Muestra de vinos de España en México, en donde se dio a conocer el incremento en el consumo de vino en México, el cual registró un 10. 3 % respecto a 2014. Así como los datos que posicionan a España como el principal proveedor de vino en México, exportando al país 18 millones de litros, que equivalen a 66MDD. La preferencia por esta bebida se encuentra al alza en el país, al posicionarse durante 2015 con un consumo de 80 millones de litros. Durante esta muestra se presentaron una amplia oferta de vinos provenientes de las diferentes regiones del país vasco, las cuales cuentan con una larga tradición vitivinícola. A continuación, algunas de las zonas más representativas en la producción de vinos de España , las cuales deleitaron a los asistentes con una selección de esta emblemática bebida:

Rioja
Ribera del Duero
Rías Baixas
Navarra
Bierzo
Toro
Cava
Jerez

Forbes Life fue parte de esta experiencia multisensorial en la que, con ayuda del enólogo mexicano Jesús Díez, comprobamos las particularidades de siete tipos de vinos, los cuales fueron parte de la cata que estuvo regida bajo el tema: “Viñedos y suelos de España”. Los suelos son muy importantes para los vinos, representan no sólo la carga aromática de éstos, sino también su estructura; profundidad, temperatura, color. Su composición se refiere a los minerales (calcio, hidrógeno o nitrógeno), mientras que su suelo (ya sea arcilloso, pedregoso o calcáreo) se relaciona directamente con los distintos tipos de sabores que pueden obtener, afirmó durante la cata el enólogo Jesús Díez.

Burbujas Brut Nature (Fortuna Wines)

De color Amarillo brillante, este vino blanco con denominación de origen de las Rías Baixas. Esta región cuenta con suelos de granito y altos contenidos de sílice, lo cual le otorga una carga aromática frutal, así como notas cítricas y de flores. Elaborada de Albariño, su cuerpo burbujeado o de gas carbónico indica que por su apelativo Brut Nature, en su elaboración no se le agregó azúcar.

Damalisco Crianza (Rodríguez Sanzo)

Con su denominación de origen de Toro, indica que este tinto se formó en un terruño en donde la ventosidad es alta y en donde se presentan altos índices de insolación, lo cual se traduce en una carga afrutada al cuerpo del vino y un intenso grado de alcohol. Este vino joven del 2012, pasó meses en barrica y en su sabor evoca a las mermeladas y frutas maduras como ciruelas o fresas, así como a la vainilla, canela y clavo. Tiene un sabor muy mineral, el cual es ideal para maridar con carne a las brasas, que se complementa idóneamente por su sabor férrico.

Xastra Mencía (Prior de Pantón)

Este vino tinto fue elaborado a partir de uva Mencía y es originario de la zona de Bierzo, que presenta terrenos ácidos en sus partes bajas y en sus laderas cuenta con pizarras. Esto otorga una representación diferente al vino, porque en el desarrollo de la uva le entrega características fáciles de descubrir en nariz y boca. Presenta pos su zona tanina, características minerales, que integra, a su vez, las notas afrutadas de grosella, frambuesas, fresas y una fuerte carga aromática a rosas.

Jardín de Lúculo (Bodegas de la Casa de Lúculo)

Este vino tinto es preparado a partir de uva Garnacha y pasó siete meses de su crianza en barrica. Con denominación de origen Navarra, es una zona que se encuentra ubicada en los Pirineos, por lo que su influencia climática transmite originalidad a las viñas cultivadas ahí. Este tipo de suelos han influido en el buen desarrollo de la garnacha, varietal que tiene colores siempre diferentes. Sus características de color y olor cambian por el suelo. En este vino las notas aromáticas a eucalipto, romero y balsámico se hacen notar, al mismo tiempo de que un suave olor a chocolate indica que las uvas ya tienen muchos años. Por otro lado, también se presentan tenuemente los aromas afrutados.

Valderiz Juegabolos (Bodegas Valderiz)

Este vino está constituido en un 95% de uva Tinta del País y en un 5%, de Albillo. Este tinto pasó 36 meses en barrica, lo cual se ve reflejado en su color, textura y profundidad. Con denominación de origen Ribiera del Duero, una zona cercana al río que lleva el mismo nombre, aporta varias características como estructura por las pedregosidad y zonas calcaréas, más cercanas al río. Se conjuga la mineralidad alcohólica con la frutalidad. Su color, denominado anducía, se refiere a que se genera a partir de que la uva al exponerse al sol se autoprotege, es decir que, entre más se exponga más carga de color tendrá. Cuando la barrica es nueva se presentan delicadas notas de vainilla y notas afrutadas, que evocan a la mermelada de fresa y zarzamora al paladar con un sutil reflejo de madera más notorio.

Roc_Nu (Clos Pons)

Este vino pertenece a la denomicación de origen Coster del Segre, una zona que se ubica en Catalunya, a tan sólo 150 km de Barcelona. Este tinto está formado en un 40% de Cabernet Sauvignon, 40 % Garnacha y 20% de Tempranillo. En su color deja notar que ya cuenta con mucha más evolución, lo cual indica a que es del año 2010. Un detalle curioso es que este vino aunque no presente gran carga de color, tiene buena carga alcohólica, estructura y otros compuestos disueltos en su cuerpo. Presenta notas de frutos más maduros: higos, ciruelas, pasas se hacen presentes al acercarlo a la nariz, que tiene una referencia directa con su suelos, es decir, que se crió en donde hay pizarra y granito.

Olivares Dulce Monastrell (Bodegas Olivares)

Proveniente de la uva Monastrell, una cepa muy típica del Mediterráneo, este vino dulce pasó dos años de crianza en botella, lo cual se ve reflejado en su oxidación, que es más alta. En copa su densidad es alta, que quiere decir que además de contener alcohol tiene algún otro sólido (o azúcar) disuelto en su cuerpo. Su característica aromática es mucha frutalidad, que evoca a frutos muy maduros o frutos cristalizados como pasas, higos y dátiles. Este vino es ideal para maridar con un postre, por su perfecto balance entre dulzor y acidez.