El scotch, o el whisky escocés, es un lujo y se considera la denominación del whisky más exclusiva, lo que muchos no saben es que puede llegar a ser una inversión a largo plazo mucho más rentable que una pieza de arte. 

En una entrevista con Charlie Whitfield, embajador de The Macallan en Estados Unidos, comentó a Forbes Life cómo el invertir en whisky de calidad asegura que su valor aumente en el paso de los años y más, si se trata de ediciones limitadas o botellas de extremada rareza.

The Macallan es conocido por su fortaleza en el mercado del whisky y en la producción de exclusivas botellas, Charlie nos explica cómo funciona la inversión en whisky: “Si compras un coche en cuanto lo saques de la agencia su valor comenzará a bajar, pero con Single Malt Whiskys y especialmente Macallan -ya que hace alrededor del 25% de las subastas de whisky en el mundo- un ejemplo puede ser la colección de los 6 Pilares de Macallan, el 1º pilar se vendió en 6,000 dólares en el 2005 hoy en día las subastas de esa misma botella se encuentran en los 50,000 dólares, así que aunque no es muy conocido, invertir en whisky es una gran decisión a largo plazo”.

En Rare Whisky 101, la página especializada en catalogar la rareza y valor de los whiskys que se subastan durante el año, ayuda a aquellos que quieran empezar a participar en este mundo.

La gráfica que a continuación se muestra pertenece a una lista de 100 botellas catalogadas como las más raras del mundo, en donde se muestra el desempeño de las botellas a través de los años y aunque no necesariamente siempre fue en aumento, al final tomaban fuerza otra vez para seguir creciendo.

Alrededor de 90% del mercado del whisky de alta calidad es vendido en subastas, si el comprador decide participar en una subasta en línea, tendrá que pagar el 10% de su valor, si se trata de una subasta en persona tendrá que pagar el 25% de su valor.

La importancia de estar bien informado antes de adentrarse en este mundo es enorme, los estafadores emergen buscando público que desconozca etiquetas originales o el sabor que tiene que presentar determinado whisky, lo que lo vuelve un mercado muy atacado por ellos.

3 factores fundamentales para detectar un mal whisky:

  1. Olfato: si un whisky huele a alcohol automáticamente queda catalogado como una edición de mala calidad.
  2. Gusto: si el paladar se irrita después de probarlo significa que tiene grados de alcohol mucho más altos de lo recomendado, por lo que pierde calidad.
  3. Etiqueta: siempre se tiene que estar atento para que no sea una imitación, la etiqueta tiene que contener los detalles que representan y distinguen a cada Casa.

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