Zihuatanejo atesora historias dignas de la mejor novela. Hernán Cortés inició aquí la ruta marítima comercial con Filipinas y el monarca Tarasco disfrutaba del Pacífico junto a su séquito femenino.
Por Victoria Mass
Zihuatanejo fue, quizá, el primer destino turístico prehispánico de México. Significa ‘lugar de mujeres’ y “antes de que los europeos pisaran las costas de México, Caltzontzin, un líder de la cultura tarasca, construyó aquí una guarida para proteger a las mujeres de su pueblo y que pudieran nadar con toda tranquilidad”, afirman nuestros anfitriones de Viceroy Hotels & Resorts.
Revisando la crónica de la Conquista de Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, descubrimos que en 1527 Hernán Cortés construyó tres barcos en estas tierras por carpinteros españoles aprovechando las maderas locales, principalmente roble y cedro rojo. Eran las naves La Florida, Espíritu Santo y Santiago, que salieron de Zihuatanejo con destino a Filipinas en una misión dispuesta por el rey de España. Ese viaje inauguró el Puerto de Zihuatanejo.
Un sabor local
Uno de los motivos para visitar este destino es su gastronomía. ¿Un ejemplo? Descubrir la amplia variedad de tequilas en un maridaje con ceviche guiados por el maestro tequilero del resort. Desde el intenso sabor de los reposados al aroma amaderado del añejo. Porque, aunque a muchos les guste tomarlo de un trago con sal y limón, hay técnicas apropiadas para beberlo.
Viceroy Zihuatanejo, anteriormente conocido como The Tides, es un refugio situado en una de las playas más hermosas de México. El resort está conformado por habitaciones tipo ‘casita’ y cabañas con techos de palma (11 habitaciones y 35 suites, con pequeña alberca al aire libre), rodeado por una exuberante vegetación y coloridos jardines tropicales. Sin embargo, el auténtico descanso para el alma es apoderarse de un camastro colgante situado frente al mar, dejarse mecer por la brisa y apreciar cada segundo del atardecer sobre este mar de reflejos plata.
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