Oaxaca lo tiene todo. Esta frase ha acompañado a cada una de las acciones emprendidas por el Gobierno de Oaxaca en los últimos cuatro años.

“Es una invitación abierta a las comunidades locales, empresarios, inversionistas y aliados estratégicos nacionales e internacionales que quieran contribuir a lograr nuestros objetivos”, dice Alejandro Murat Hinojosa, Gobernador del Estado de Oaxaca, quien platicó con Forbes Report desde la capital de una entidad que está en la ruta hacia el crecimiento.

Q&A Forbes Report. Oaxaca se distingue por su riqueza cultural, diversidad étnica y participación social activa mediante usos y costumbres. ¿De qué manera puede llegar a ser un referente nacional e internacional al convertir esas características en ventajas que beneficien a la entidad?

Alejandro Murat Hinojosa. Ya somos un referente nacional e internacional. Somos el estado más diverso en materia intercultural. Lo que define a México y a Oaxaca son nuestros pueblos originales. Y la diversidad es el mejor valor agregado para innovar y generar productividad. Lo que define a Oaxaca en una palabra es su diversidad intercultural, que se suma a su biodiversidad. Eso es lo que nos hace grande, y también es nuestra más grande fortaleza viendo hacia delante.


FR. ¿Cuáles son los retos principales de Oaxaca y cuál es la estrategia para superarlos?

AMH. El reto más importante que tiene Oaxaca es convertir toda su riqueza intercultural, en recursos naturales, geográfica y biodiversidad en su palanca de desarrollo. Hoy, por primera vez en la historia moderna de Oaxaca y de México nos encontramos frente a esa gran oportunidad. Por un lado, estamos consolidando nuestra ventaja logística, el Corredor Multimodal Interoceánico del Istmo, que nos permitirá ser parte del concierto internacional del desarrollo económico y que sin duda será una palanca de desarrollo de Oaxaca y Veracruz, o incluso, del sureste del país; si no es que de México y a nivel mundial.

Mientras que la reactivación de la construcción de la autopista Barranca Larga–Ventanilla y Mitla–Tehuantepec le dará al estado otro motor de desarrollo del tamaño de lo que se convirtió Cancún y Quintana Roo en el Caribe. Porque somos la única zona de playa –pero ahora en el Pacífico– que se le asemeja en experiencias turísticas. Sin embargo, además de tener bellas playas –Huatulco, Puerto Escondido, Mazunte, San Agustinillo, Puerto Ángel o Zipolite–, Oaxaca ofrece turismo religioso – en Juquila–, prehispánico y colonial, así como gastronómico en la zona del mezcal –empezando por Matatlán–. En Oaxaca estamos llamados, en estos dos rubros específicos –generar conectividad a través de la construcción de las autopistas y el impulso de la industria del turismo–, a tener los dos motores más importantes de desarrollo de la era moderna de México.


FR. Oaxaca es el estado del país que registró la mayor participación de nuevo capital en su Inversión Extranjera Directa (IED) en 2019: 96.5% de 56 millones de dólares, es decir, 54.1 millones de dólares. ¿Cómo conquistar no solo el capital, sino la confianza de los inversionistas en Oaxaca?

AMH. La definición de competitividad es crear una atmósfera propicia para hacer negocios. Y eso es lo que ha hecho mi gobierno desde el primer día. Todo lo que hoy está generando Oaxaca no es fortuito. Tiene que ver con un plan que empezó señalando que juntos construiríamos el cambio que hoy se ha traducido en crear, construir y crecer.

El plan primero planteó que hubiera gobernabilidad y seguridad en Oaxaca. Hoy, se respira un ambiente de estabilidad política en el estado y, por otra parte, somos una de las entidades más seguras del país. Una vez que logramos eso, el siguiente paso fue empezar a hacer una promoción de las ventajas competitivas y comparativas que tiene Oaxaca.

En primer lugar, las victorias rápidas o en el corto plazo. Esto significó consolidar el sector de energías renovables. El primer mensaje que enviamos fue la inauguración de Energía Eólica del Sur en el municipio de Juchitán de Zaragoza en mayo de 2019. Se trata del parque generador de energía eólica más grande de América Latina, un proyecto encabezado por Mitsubishi y Banobras, con una inversión de 1,200 millones de dólares y 132 aerogeneradores con capacidad para generar 396 Mega Watts.

Este proyecto, que estuvo detenido durante seis años, hoy es considerado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como la principal fuente de energía del país y beneficia a 700 familias. Ahora arrancamos la segunda temporada eólica que tiene la oportunidad de consolidar más de 2,000 millones de dólares en inversiones de Siemens y Electricidad de Francia, pues aún tenemos 70% de capacidad de desarrollo en el tema eólico. Por el otro lado, Cementera Cruz Azul, que es otra empresa establecida en Oaxaca, amplió su inversión por más de 800 millones de dólares, generando dos nuevas líneas de construcción. Pero aquí la parte más relevante, más allá de la inversión, es que contrastamos con el pasado: un nuevo gobierno que mandó el mensaje de que en Oaxaca se pueden hacer negocios.

En la industria turística empezamos a consolidar, en las victorias rápidas, mayor conectividad. Antes de la pandemia, abrimos 36 vuelos en tres años de mi gobierno. Además, en los tres aeropuertos más importantes del estado hay proyectos de inversión: 948 millones de pesos en el Aeropuerto de Oaxaca para aumentar su plataforma comercial de seis a 11 posiciones, así como ampliar el edificio terminal de 7,100 a 21,000 m2 ; 600 millones de pesos en el Aeropuerto de Huatulco; 327 millones de pesos en el Aeropuerto de Puerto Escondido, el de mayor crecimiento del país.

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Para dimensionar mejor el avance obtenido en conectividad, el crecimiento de la media internacional de un aeropuerto es de alrededor de 8%. Antes de la pandemia, el Aeropuerto de Oaxaca tenía una tasa de 67%, algo sin precedentes, lo cual también te permite inferir que en las victorias rápidas empezamos a generar ese ambiente propicio para hacer negocios.

No solo estamos enfocados en el corto plazo, sino que partimos de entender en dónde están las fortalezas del estado para entonces avanzar hacia delante en el mediano y largo plazo. Por eso, también hice una estrategia de ciertas anclas que consideré fundamentales, empezando por el Corredor Multimodal Interoceánico del Istmo.

Asimismo, consolidar las autopistas Barranca Larga–Ventanilla y Mitla–Tehuantepec y la de Acayucan–La Ventosa, que va a conectar al Pacífico con el Atlántico. Pero no sólo eso, el plan incluye otras anclas importantes que arrancan este año, como el Centro Cultural Álvaro Carrillo, a fin de tener un nuevo polo de desarrollo turístico además de Santo Domingo de Guzmán.

Este proyecto se sometió a concurso y lo ganaron tres arquitectos mexicanos: Tatiana Bilbao, Alberto Kalach y Mauricio Rocha. Por su parte, Kalach está a cargo del nuevo Aeropuerto de Puerto Escondido, y este año arranca el proyecto del Centro de Congresos de Huatulco, con Enrique Norten al frente. También estamos haciendo el Centro Gastronómico, que es la primera intervención en el Centro Histórico de Oaxaca desde Santo Domingo, y será una obra del arquitecto portugués –que ya lo adoptamos como oaxaqueño– Joao Boto.

Y acabamos de recuperar la Alhóndiga, en donde haremos un museo de la historia de Oaxaca con personajes de cera. Todas las obras emblemáticas que estoy impulsando están a cargo de arquitectos mexicanos. Con estos proyectos incrementaremos nuestra oferta de turismo arquitectónico, para que se sume a la parte prehispánica –con Monte Albán y Mitla, principalmente–, colonial y ahora una etapa moderna. Además, estamos consolidando el turismo de negocios con el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, que se construyó durante mi administración y que es todo un complejo cultural, recreativo, deportivo, de negocios y de servicio al público.

También alberga el Archivo Histórico del Estado de Oaxaca, el más importante después del Archivo General de la Nación.

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Todo esto es parte de una atmósfera en donde hemos generado una nueva inercia para generar negocios. Así impulsamos el turismo en el estado, incluyendo los diferentes segmentos: de negocios, de placer, gastronómico –con la construcción del nuevo Centro Gastronómico–, arquitectónico y de deporte extremo –en la Sierra Norte, por ejemplo, tenemos una de las áreas más importantes a nivel mundial de bicicleta de montaña, alpinismo y senderismo–.

Estas acciones en su conjunto nos han permitido empezar a generar una inercia que desde el corto plazo se está consolidando. Aunque en el mediano y largo plazo le dará la fortaleza económica al estado y las palancas de desarrollo necesarias para seguir siendo un polo de atracción a nivel turístico e industrial.

FR. ¿De qué manera el Gobierno de Oaxaca impulsará no solo la construcción de las principales obras de infraestructura, sino cómo las activará y conectará a la economía para sumar al crecimiento y desarrollo del estado?

AMH. Primero, quiero reconocer la gran coordinación que hemos tenido con el Gobierno Federal, empezando con Rafael Marín Mollinedo, quien es el encargado del Corredor Multimodal Interoceánico. Ahora bien, hay que considerar dos elementos esenciales: por un lado, la parte de la infraestructura, que es lo más importante para tener los fundamentos correctos de atracción de negocios.

Eso significa que habrá varias etapas: la primera tiene que ver con la rehabilitación de las vías del tren –con una inversión de 3,160 millones de pesos– para alcanzar una velocidad de 80 kilómetros por hora, que es la media para mover contenedores de este tipo de trenes.

En cuanto a las planchas de contenedores, tenemos lista la primera, que ya inauguró el Presidente de la República en el Puerto de Salina Cruz. Habrá una nueva escollera, con un área más amplia, que ya no me va a tocar inaugurar. Y las 10 zonas de bienestar, que básicamente son 10 zonas territoriales que van a tener beneficios fiscales, regulatorios y que estarán enfocadas a sectores primarios, secundarios y terciarios, bajo esquemas público, privado o público–privado.

Todo esto viene acompañado del tema de energía. ¿Por qué habría atracción de negocios en Oaxaca? La primera razón es que seremos una de las zonas de energía más baratas a nivel mundial, porque en el ciclo combinado vamos a tener: energía renovable –contamos con la zona más importante de energía eólica del país–, tenemos la única refinería que hay en el Pacífico –la de Salina Cruz– y vamos a tener gas natural y gas licuado –que estará llegando el próximo año–.

Por el otro lado, segunda razón, la conectividad. Conectaremos por tierra a la zona del Istmo a través de la autopista Mitla–Tehuantepec, y también los dos océanos –Atlántico y Pacífico– por medio de la carretera Acayucan– La Ventosa. Las dos están en construcción y en conjunto sumarán más de 2,000 millones de pesos de inversión. La refinería –tercera razón– se está rehabilitando con una inversión de más de 1,000 millones de pesos. Y una razón adicional: mano de obra y capital humano competitivo en cuestión intelectual y de salarios.

FR. En junio de este año comenzó la reactivación paulatina de actividades productivas bajo la nueva normalidad. ¿Cuáles son las acciones que el Gobierno de Oaxaca reforzó y cuáles son las iniciativas para reactivar la economía del estado?

AMH. En Oaxaca dividimos en dos partes la atención del tema económico. En el primer momento, cuando nos encontramos en semáforo rojo, el objetivo de mi gobierno fue mantener el empleo es decir, que se perdiera el menor número posible de puestos de trabajo. Para eso hicimos un paquete financiero y fiscal de beneficios por 1,200 millones de pesos.

Esto primero en beneficios fiscales de condonación de impuestos, especialmente en el de la nómina y en el de hospedaje para apoyar al sector turístico e industrial. Segundo, apoyos directos a través de inyección de capital, ya sea por medio de empleo temporal o mediante BanOaxaca, que es el banco que tiene el estado para dar apoyos a través de Nafin.

Hemos dado más de 2,000 millones de pesos en apoyos, pero ahora cubrimos a toda la pequeña industria que requirió apoyos de manera directa desde 5,000 pesos hasta más de 200,000 pesos. Además, hicimos un paquete para el sector informal y los sectores más marginados, que consistió en dar canastas alimentarias de acuerdo a los índices del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social).

La segunda etapa tiene que ver con la reactivación en semáforo naranja. Para ello, utilizaremos un paquete financiero de 3,500 millones de pesos enfocado en realizar más de 100 obras en el estado. Estos proyectos de construcción nos permitirán impactar rápidamente a más de 40 sectores de la economía y generar empleo directo e indirecto en el corto plazo.

Estas obras incluyen el nuevo Centro Cultural, el Centro de Congresos en Huatulco y el Centro Gastronómico. Pero a su vez estamos apoyando temas de servicios públicos básicos como el agua, proyectos en pro del medio ambiente y una inversión, en principio de 300 millones de pesos, para hacer la primera rehabilitación de la Central de Abasto.

Por otra parte, además de la reactivación de vuelos nacionales e internacionales, la acción más importante en el sector turístico es que Oaxaca se certificó como Safe Travels, que es el Sello de Seguridad Global otorgado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC). Esto verifica que tenemos el estándar y el protocolo tanto en el sector hotelero como en el gastronómico para generar condiciones de seguridad en la salud para los turistas nacionales e internacionales. Y, por supuesto, la promoción que parte de generar los elementos de confianza en la salud.

Por ejemplo, Travel + Leisure reconoció a Oaxaca como La Mejor Ciudad del Mundo para Visitar en 2020, y el documental de Netflix, Street Food Latinoamérica, ha posicionado de manera importante la gastronomía oaxaqueña. Otro dato a destacar es que los dos destinos de playa con menor número de contagios de Covid-19 del país son Huatulco y Puerto Escondido.

FR. Desde el Gobierno de Oaxaca, ¿cuál ha sido el enfoque y la labor principal para posicionar a Oaxaca en el mundo?

AMH. Queremos más de Oaxaca en el mundo y más del mundo en Oaxaca. Hay que entender que hoy somos jugadores globales y que debemos aprovechar los elementos que tenemos a la mano, como dice Thomas Friedman: “el mundo se volvió plano”, sobre todo, a través de las redes sociales.

Que la marca Oaxaca sea sinónimo de grandeza histórica, cultura y biodiversidad es importante, porque eso es parte de lo que define a los oaxaqueños y lo celebramos. Sin embargo, queremos que esta definición se amplíe a ser una de las nuevas plataformas de atracción de negocios a través de dos polos de desarrollo: por un lado, el sector turístico, pero más importante aún, el sector industrial por medio de este corredor de valor agregado, el Interoceánico, sin dejar de entender que todo esto es de abajo hacia arriba y reconociendo que 50% de la economía de Oaxaca es agrícola. Hemos trabajado para transitar de una economía de temporal y autoconsumo, a una agroindustria.

Este año Oaxaca va a inaugurar su primer agroparque en el Puerto de Salina Cruz para hacer que todo este modelo sea incluyente; si no es incluyente, no hay beneficios para todos y no vamos a tener éxito. En Oaxaca construimos un ambiente propicio para hacer negocios porque está en los hechos, todos los días.

Este gobierno busca crear alianzas estratégicas con el sector privado mediante acciones en cada uno de los sectores de su interés para que juntos generemos valor: ellos para su negocio y nosotros para la gente de Oaxaca. Así, puedo decir que se crea, se construye y se crece, porque Oaxaca lo tiene todo. 

-Por Germán Sánchez

 

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