Yvonne Ochoa ha dedicado varios años de su vida a liderar e integrar algunos de los consejos de administración más importantes de nuestro país.
El conocimiento que le ha dejado esta experiencia es el que le permite hoy entender, de una manera mucho más clara, las razones por las cuales son muy pocas las ejecutivas que, en términos generales, están presentes dentro de este terreno en nuestro país.
Y la razón principal es básicamente una: que la carga diaria tan amplia de trabajo que tienen las mujeres mexicanas, entre familia y profesión, acaba por terminar, en muchos casos, con las ganas por seguir creciendo.
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“A mí lo que me parece que sucede es que nos cansamos, todo sucede entre los 28 y 38 años, cuando empezamos a evaluar la posibilidad de tener familia, las mujeres sabemos que hay que trabajar el doble en cada jornada, es complicado mantener la energía y ahí es cuando muchas se empiezan a quedar”, apunta Yvonne Ochoa.
Desde su perspectiva, este hecho es el que lleva a que, conforme más altos son los puestos de trabajo, menos volumen de profesionistas estén presentes.
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“Mira en un inicio empezamos con 40% de mujeres en puestos de liderazgo, esto alrededor de los 27 años, pero después, conforme va subiendo la edad, esto cae primero a 19% y después hasta 8%, ya en consejos, esto por las dificultades que existen al tratar de formar vida familiar y, al mismo tiempo, profesional”, sostiene Ochoa.
A pesar de esta situación que persiste, la ejecutiva asegura que en las empresas mexicanas se ha avanzado de manera positiva en los últimos en materia de inclusión y desarrollo profesional de las mujeres.
“Yo creo que estamos dando pasos agigantados en este camino por lograr el salto y sí creo que cada vez estamos más cerca de ver a mujeres llegando hasta lo más alto, sin que esto signifique dejar de tener familia”, comenta.
El camino de la ejecutiva dentro del mundo de los negocios, advierte ella, no ha estado exento de momentos de dificultad, sin embargo, Ochoa menciona que buena parte de lo que le ha permitido crecer es esa capacidad que se forjado para ignorar los obstáculos.
“La verdad es que mi personalidad pasa por ignorar todo lo malo que se me presenta, eso sí soy muy necia y siempre persigo lo que quiero, sí he tenido muchísimos obstáculos, pero la realidad es que hay que seguir siempre caminando”, concluye Yvonne Ochoa.
- Nota aclaratoria: en nuestra edición impresa se menciona que Yvonne Ochoa es parte del Consejo de Administración de Coppel, sin embargo actualmente es asesora del Presidente del Consejo de Coppel.
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