La automotriz Ford declaró este jueves que llegó al límite en las concesiones económicas que puede ofrecer a sus empleados en Estados Unidos con el objetivo de poner fin a la huelga que comenzó el 15 de septiembre y subrayó que ya ha presentado una oferta “sin precedentes” al sindicato United Auto Workers (UAW).

En una conferencia de prensa, Kumar Galhotra, presidente de Ford Blue, la unidad de negocio de la compañía que produce vehículos con motores de combustión, aseguró que el fabricante arriesga su futuro con más concesiones a los trabajadores.

“Si vamos más allá, arriesgamos la capacidad de invertir en la empresa y de crecer de forma rentable. Y el crecimiento rentable es lo mejor para todos los que están asociados con Ford”, declaró.

“Económicamente, diría que sí, hemos llegado a nuestro límite. De hecho, nos hemos tenido que estirar para llegar a este punto”, añadió Galhotra.

El ejecutivo de Ford también acusó al sindicato UAW de tener la intención de dañar a su compañía “desde hace meses” y calificó de “grave acontecimiento” la extensión el miércoles de la huelga a la planta de montaje de automóviles de Kentucky.

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Galhotra y otros directivos de Ford dijeron que esa planta es una de las más grandes de Estados Unidos y la mayor del mundo dedicada a la producción de camionetas “pickup”.

Cada 37 segundos fabrica un vehículo de los modelos Ford Serie F Super Duty, Lincoln Navigator o Ford Expedition, tres de los más rentables de la compañía.

La planta de Kentucky representa el 16% de todos los ingresos globales de Ford, por lo que la empresa dijo que el paro afectará sus ingresos en el tercer trimestre y a la compensación que los trabajadores reciben como parte del acuerdo para compartir beneficios.

Ford señaló que 600 proveedores que prestan servicios a esa fábrica, así como los concesionarios que venden los tres modelos, tendrán que despedir temporalmente a parte de sus empleados.

Como ejemplo, dijo que la huelga en las plantas de montaje de Míchigan y Chicago, que se iniciaron hace semanas, han provocado los despidos temporales de más de 13,000 personas que trabajaban para sus proveedores.

En conjunto, Ford cifró en 100,000 los puestos de trabajo que dependen de la planta de Kentucky y en 12,000 millones de dólares su contribución al Producto Interior Bruto (PIB) del país.

Además, Ford anticipa que de los 13 centros de trabajo de la compañía que dependen de Kentucky, al menos nueve tendrán que despedir temporalmente a unas 4,600 personas en las próximas semanas.

UAW inició el 15 de septiembre una huelga simultánea y progresiva sin precedentes en General Motors (GM), Ford y Stellantis ante la falta de acuerdo para la firma de un convenio colectivo.

El miércoles, de forma inesperada, UAW declaró la huelga en la planta de Ford en Kentucky, la más rentable de la compañía y donde trabajan 8,700 personas.

En la actualidad, la huelga afecta unos 34,000 trabajadores de los tres grandes fabricantes de automóviles de EU y a 44 centros de trabajo. 

Con información de EFE

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