La elección federal de 2021 podría marcar un parteaguas en la retórica presidencial en caso de que Morena no repita la mayoría absoluta ganada en 2018 con el impulso de AMLO, consideró Carlos Elizondo.

En su intervención en el Foro Forbes Conecta Economía y Negocios 2020, el analista político resaltó que el discurso del mandatario juega con esa postura de confrontar y dividir porque no necesita negociar, pero un cambio en el tablero legislativo lo haría ser más cuidadoso en ese sentido.

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“Si en la elección intermedia, Morena pierde la mayoría en Cámara de Diputados, la estrategia polarizante ya no le daría muchos frutos a AMLO porque ya no podría sacar muchas cosas, seguramente tendería a negociar pero al presidente le gana ese impulso polarizante, lo vimos en el pleito reciente con 10 gobernadores de la alianza federalista”, señaló.

A propósito de este conflicto, resaltó que la confrontación con los mandatarios que cuestionaron la entrega de recursos a las entidades se desató por una exageración del ejecutivo.

“Arrancaron pidiendo una cita para hablar del reparto de impuestos y gastos y el presidente les reaccionó diciendo que reunirme con ustedes es manchar la investidura presidencial como si fueran unos terroristas o personas ajenas al sistema político”, explicó.

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Un cambio en ese sentido tampoco aparece tan lejano en el panorama actual, en el entendido que según encuestas, la popularidad del presidente se mantiene alta pero no así la de su partido.

“La polarización se vuelve más clara pero va a depender de qué suceda en la capacidad del gobierno de AMLO de salir del hoyo económico que es profundísimo, de salir en algún momento de la pandemia que no ha sabido cómo administrarla, que su popularidad se mantenga alta y que se la pueda trasladar a Morena, porque el presidente sigue teniendo un margen de aprobación alto pero morena bastante más baja que el presidente”, acotó.

No obstante, también contrastó la polarización del tabasqueño con, por ejemplo, la que se ha vivido en Estados Unidos a raíz de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en 2016, quien mantuvo esa postura para tratar de movilizar a sus bases mientras que tenía confrontaciones con la oposición en el Legislativo.

“La polarización es algo que utilizan los políticos para definirse cuando tienes un mejor caldo de cultivo funciona mejor. (…) El propio presidente reculó la semana pasada, creo que le gusta más la retórica polarizante que cuando el otro lado le reacciona de forma idéntica porque entonces ya tiene consecuencias”, concluyó sobre el mismo diferendo con los 10 gobernadores de oposición.

 

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