La imparable expansión de la nueva oleada de la pandemia de coronavirus en Europa, tras la entrada en escena de la variante Ómicron, hace que el continente afronte las fiestas navideñas en un escenario de restricciones, incertidumbre, nerviosismo, advertencias y llamamientos a la calma por parte de los dirigentes públicos.
De momento, las autoridades impusieron recientemente la obligatoriedad de llevar mascarilla en el transporte público y espacios cerrados, así como de presentar un pase Covid para entrar en grandes eventos, a fin de demostrar que una persona está vacunada o tiene test negativo.
Rusia, que registró este domingo 27,967 nuevos contagios y 1,023 muertes por Covid-19 (con lo que se reafirma una tendencia a la baja y el retorno a los niveles de octubre pasado), informó de 25 casos de la nueva variante Ómicron e impuso restricciones para la entrada al país de extranjeros procedentes de Hong Kong y algunos países del sur de África.
España reconoció este domingo el “riesgo real” de la sexta ola de contagios de coronavirus, que avanza imparable, y el presidente de su gobierno, Pedro Sánchez, pidió “intensificar” las medidas para frenarla, a la vez que se comprometió a coordinarlas con las autonomías, para lo que convocó para el miércoles una reunión con los presidentes regionales.
A cuatro días del comienzo de las fiestas navideñas, España se encuentra en riesgo máximo de transmisión vírica, con más de 33,000 casos nuevos notificados tan solo el viernes pasado, cuando parece que la variante Ómicron, mucho más contagiosa, acabará por ser la dominante en el país.
El Gobierno francés aseguró hoy que hará todo lo posible para evitar otro confinamiento con la nueva oleada que se viene encima, según el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, quien insistió en que si hay nuevas restricciones “la escuela es lo último que hay que cerrar”.
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En el ámbito de las vacunas, la Comisión Europea (CE) acordó este domingo con BioNTech-Pfizer acelerar la entrega de su vacuna contra el coronavirus a los países comunitarios, con lo que los Veintisiete recibirán 20 millones de dosis adicionales durante el primer trimestre de 2022.
Asimismo, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) avaló este lunes a Novavax como la quinta vacuna contra Covid-19 en el mercado europeo, un año después de la luz verde a Pfizer, la piedra angular de la campañas de vacunación europea.
Las acciones europeas perdieron sus ganancias iniciales y bajaro, ya que los operadores evaluaron el probable impacto en las perspectivas económicas de las nuevas restricciones por el Covid-19 en Europa, mientras los papeles mundiales se encaminan a extender una racha de pérdidas de dos semanas.
El índice paneuropeo STOXX 600 cedía un 0.1% tras haber subido antes 0.3%, mientras que el euro se depreciaba un 0.2%, a 1.12775 dólares.
“La reciente ola de nuevos casos de Covid en Europa está pesando en los mercados y la moneda también está luchando con las expectativas de tasas de interés”, dijo John Marley, presidente ejecutivo de la consultora forexxtra.
No obstante, los futuros de Wall Street operaban cómodamente en territorio positivo, con un alza cercano al 3% de Tesla en las operaciones previas a la apertura de los mercados, los principales índices europeos declinaban. Una medida de MSCI de acciones europeas restaba un 0.5%.
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Austria acotó la vida pública este lunes, cuando comenzó su cuarto confinamiento nacional por el Covid-19, el primero en un país de Europa Occidental en esta nueva ola. El índice más amplio de MSCI de acciones de Asia-Pacífico excluyendo Japón perdió un 0.1%. Una medida asiático bajó por un margen similar.
El euro cedía un 0.3%, a 1.1260 dólares, cerca del mínimo de 16 meses tocado el viernes. La moneda continental ha sido el motor principal en los mercados en las últimas sesiones, entre apuestas de los inversores a que la economía europea se recuperaría más tarde que la de Estados Unidos.
Activos de refugio como los bonos, el oro y el yen también se beneficiaban del reciente tono cauto.
El retorno de los bonos referenciales a 10 años del Tesoro estadounidense se mantenía estable al 1.5600%, con la curva de rendimiento en su nivel más plano desde que comenzó la pandemia, mientras los mercados ven con nerviosismo las perspectivas de un final más acelerado de los estímulos.
El oro al contado encontraba soporte a los 1,845 dólares la onza, mientras que el yen rondaba las 114.09 unidades por dólar.El bitcoin se mantenía bajo presión tras cerrar su peor semana en dos meses y perdía un 3%, a 57,000 dólares.
Con información de Reuters y EFE
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