Si México apuesta por la polémica técnica de fractura hidráulica (fracking), el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador sería capaz de financiar todos sus programas sociales.
“Hemos hecho un ejercicio de que con unos 40 lotes que se licitaran cada año, México tendría vía regalías, sin contar impuestos que paguen las empresas, suficientes recursos para financiar todos los programas sociales del actual gobierno sin ningún problema”, estimó Rogelio Montemayor Seguy, presidente del Clúster de Energía de Coahuila, durante una foro virtual organizado por la Barra Mexicana del Colegio de Abogados.
El exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el sexenio de Ernesto Zedillo incluso afirmó que, en 12 años, el país podría eliminar las importaciones de gas desde Estados Unidos, que hoy equivalen al 70% de la demanda total.
El gobierno López Obrador invertirá 335,000 millones de pesos en los programas prioritarios durante 2021, de acuerdo con los criterios generales de política económica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para 2021.
El directivo explicó que el gas que México compra a Texas está “cerca de acabarse” porque las empresas estadounidenses han apostado por licuar y exportar el gas a otros continentes, por lo que México tendrá que competir con precio para obtener un gas que será mas rentable enviarlo a otros destinos.
“México tiene la urgente necesidad de desarrollar esas reservas porque
no podemos vivir con la pistola en la cabeza de que pueda haber cualquier interrupción en el suministro de gas. El desarrollo de los recursos no convencionales puede hacerse de forma compatible con el ambiente”, agregó.
La actual administración canceló al inicio de su gestión una ronda petrolera para licitar bloques terrestres que requerían fracking para extrar gas y petróleo.
López Obrador se opone a usar fracking por el alto consumo de agua que requiere esta técnica para extraer aceite y gas hidrocarburo.
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Montemayor Seguy rechazó que se necesiten millones de litros y dice que el problema tiene solución con agua tratada, como en el caso de Coahuila, que vendió agua tratada a ciudades fronterizas y financió plantas de tratamiento.
“Es bastante engañoso cuando dicen que un pozo lleva milones de litros, eso no es cierto, cada vez menos porque la tecnología ha avanzado. Si lo comparas con lo que requiere sembrar dos hectáreas de alfalfa resulta que es lo mismo, con la diferencia de que el pozo te va a durar 15 años, y la alfalfa la siembras cada año”, agregó.
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El presidente del Clúster de Energía en Coahuila reconoció que hacen falta mejoras a la regulación petrolera en materia de recursos no convencionales y demandó acortar los tiempos de respuesta del regulador energético.
“No puedes esperar 15 días o un mes para una autorización de la CNH para decidir que hacer porque se pierde mucho valor, es muy diferente de los convencionales, requiere decisiones muy ágiles”, añadió.
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