Las Fuerzas Armadas de México son sinónimo de lealtad y compromiso, un muy importante mecanismo para la preparación de cuadros profesionales, y una alternativa para quienes buscan estudiar y trabajar sirviendo a su país, así que deben generarse medidas que les ayuden a desempeñar su labor con certidumbre y eficiencia.   El Ejército, la Fuerza Aérea y Armada de México representan tres de los principales pilares de nuestro país debido a su lealtad y compromiso hacia el pueblo de México. Prueba de ello es su desempeño, en los últimos años, en labores civiles en materia de seguridad y combate al crimen organizado, además de su siempre importante trabajo cuando ocurren desastres naturales. Estas funciones no corresponden a su naturaleza, pero su cabal compromiso para llevarlas a cabo muestra que cuando el Estado mexicano ha requerido de sus Fuerzas Armadas, éstas responden al reto. En la actualidad existe el permanente debate sobre cuándo deben regresar las instituciones castrenses a sus cuarteles y que las nuevas fuerzas civiles asuman las labores de seguridad. Sin embargo, la realidad es que en el corto plazo esto no es viable, ya que hoy México requiere en gran medida de éstas, al menos durante el tiempo en que se realizan las tareas de depuración de las policías locales y se consolida y expande la gendarmería nacional. Pero debe precisarse que a fin de que las Fuerzas Armadas puedan realizar de forma eficiente esta labor es imperativo dotarlas de un marco jurídico adecuado y de los protocolos apropiados. Esto constituye, además, una petición propia de estas instituciones en la búsqueda de su modernización, así está manifestado en el Plan Sectorial de Defensa y en el Plan Nacional de Desarrollo. A diferencia de la percepción popular, estas instituciones son las más interesadas en estos cambios normativos, toda vez que parte de la estrategia de modernización tiene como eje focal el respeto total a los derechos humanos, tema tradicionalmente ajeno al fuero militar y que hoy es parte integral del discurso y la estrategia. El sector privado también ha hecho suya esta petición, toda vez que se reconoce la necesidad de dotar a las secretarías de Defensa (Sedena) y Marina (Semar) de un marco que les brinde certeza en el desempeño de sus funciones, así quedó manifestado en el acuerdo entre el Consejo Coordinador Empresarial y estas dependencias. En este acuerdo también se formalizaron mecanismos de cooperación en materia de protección civil, intercambio de bolsas de trabajo, apoyo a las empresas que hayan sufrido por un desastre natural, así como apoyo mutuo para la identificación de zonas de alto riesgo en materia de seguridad. También puede apreciarse mayor énfasis en la inteligencia y logística para las operaciones. Para esto, también se emprendió una actualización en los planes de estudio del sistema educativo militar y de entrenamiento y capacitación. Asimismo, las inversiones llevadas a cabo para modernizar el equipo, como la realizada el año pasado por la Fuerza Aérea Mexicana por 480 millones de dólares para adquirir nuevos aviones, ilustran que la modernización de las Fuerzas Armadas es una estrategia transversal. En el mediano y largo plazos, y también como parte de esta nueva cara para el aparato castrense mexicano, existen dos temas para debatirse y considerar su pertinencia: la fusión Sedena-Semar y el nombramiento de un civil como secretario del sector, como sucede en otros países, a fin de no colocar a un mando sobre otro. Esto podría tener ventajas como reducir la carga burocrática y simplificar funciones, permitiendo a los mandos militares enfocarse exclusivamente en los temas operativos e incrementar su capacidad de inteligencia militar conjunta. De manera similar, los principales mandos del Ejército, Fuerza Aérea y Marina estarían representados en esta nueva secretaría a través de un Estado Mayor conjunto, que sería el enlace con el Poder Ejecutivo a través del secretario civil. Estas alternativas de organización han sido discutidas en el pasado. Apenas en 2009 el titular de la Sedena expuso ante algunos senadores esta posibilidad. Sin embargo, por la coyuntura en materia de combate a la inseguridad no pasó a más, pero es definitivamente un tema que debe valorarse y tiene que hacerse en conjunto con las jerarquías castrenses. Las Fuerzas Armadas de México son sinónimo de lealtad y compromiso, además de un muy importante mecanismo para la preparación de cuadros profesionales y una alternativa para quienes buscan estudiar y trabajar sirviendo a su país, así que deben generarse medidas que les ayuden a desempeñar su labor con certidumbre y eficiencia. El aparato militar trabaja en su modernización, ¡ha llegado la hora de apoyarle en esta labor, reconociendo su lealtad y patriotismo porque son parte del mismo pueblo mexicano!   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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