Antes de tomar el remedio que te recomienda la abuelita o tu mamá, debes saber ciertas cosas. Checa estos tips para aprovechar mejor los remedios caseros.       ¿Has tomado miel con limón cuando te da tos o el té de manzanilla si tienes comezón en los ojos? ¿Qué tal el tecito para el malestar del estómago? Yo creo que todos hemos utilizado alguno de estos remedios alguna vez y, algunas veces, seguro que funcionaron. Pero, ¿sería por el remedio o simple casualidad? La medicina tradicional es una práctica muy común. Muchas veces son más fáciles de conseguir que los medicamentos convencionales y, a veces, resulta ser menos cara también. Muchas personas la asocian con menos efectos adversos y con curaciones más rápidas, además de que se considera menos “dañina” que la medicina alópata. Lo que es un hecho es que remedios que son muy conocidos y utilizados por una gran parte de la sociedad, esto es, porque el conocimiento ha pasado de generaciones en generaciones, y si a tu abuelita le dijo su mamá que funcionaba, tu mamá te cuenta a ti, y tú a tus hijos y resulta que ¡sí mejora la tos si tomas miel caliente con limón! Por lo anterior, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha generado guías para el uso y el consumo de remedios tradicionales porque lo mejor es ser cuidadosos al consumirlos y también al recomendarlos, ya que así como pueden ser benéficos, pueden traer algún riesgo y es necesario saberlo antes de tomarse cualquier cosa. Este documento de la OMS menciona que es importante que te hagas algunas preguntas antes de utilizar los remedios tradicionales, como:
  • ¿Es adecuado este tratamiento para mi enfermedad?
  • ¿Esta terapia es capaz de curarme, aliviarme o mejorar mi salud de alguna manera?
  • ¿Es el producto /tratamiento proporcionado por alguien con conocimientos y estudios serios sobre el tema?
  • ¿Son estos productos de buena calidad?
  • ¿Cuáles pueden ser sus efectos secundarios o contraindicaciones?
Así que, teniendo en cuenta el clima que hemos tenido en estos días, que el frío nos persigue y con él la tos y varios malestares, te comparto algunos remedios que se ha observado que sí funcionan, aunque siempre con cuidado y considerando, de preferencia, la opinión de un médico.
  • Árnica (Heterotheca inuloides): Seguro la conoces. En el kínder siempre hay para ponerle al chiquito que se pegó y le salió un chichón en la cabeza. Bueno, pues, efectivamente, tiene propiedades antiinflamatorias cuando se aplica en pomada, y se ha comentado que tomada sirve para bajar la fiebre. Hay que evitar utilizarla en heridas abiertas.
  • Hierbabuena (Menta x Piperita): Funciona en té para alteraciones digestivas como acidez o dolor de estómago; también puede funcionar para mejorar el estreñimiento.
  • Lavanda (Lavandula angustifolia): Ésta además de ser bonita, tiene funciones relajantes. Se considera que en té y como aceite esencial puede funcionar para mejorar el nerviosismo, la ansiedad y el insomnio. También puede ayudar a combatir los cólicos. Es importante evitar su uso en mujeres embarazadas o lactantes, también en niños y personas que tengan alguna enfermedad neurológica. (Personalmente, a mí me ha funcionado para el tema de la relajación y eso, no sé si será psicológico, pero tenerla en casa relaja el ambiente).
  • Manzanilla (matricaria Recutita L.): Se le considera un buen relajante, así como antiinflamatorio en problemas óseos, también ayuda a los cólicos. Su uso prolongado puede provocar irritación del estómago o vómitos.
  • Orégano (Origanum vulgare): Se han observado propiedades que mejoran las infecciones en vías urinarias.
Todas las anteriores hierbas, al igual que las medicinas convencionales, deben tener una dosificación específica para cada persona para que cumplan su función, además de que hay que tener cuidado con los efectos secundarios. Yo creo que si tomas algún remedio familiar o tradicional y no te hace daño, o sea, no se contraindica con medicamentos que estás tomando ya, y no notas algún malestar al consumirlo, no hay problema. Y si te sientes mejor con ese remedio, adelante. De todas maneras, tampoco es bueno exagerar e ignorar ciertos síntomas, así que si el malestar que tienes continúa, incluso con el té que te recomendaron, será mejor que acudas con un médico que pueda orientarte en cuanto al tratamiento y los cuidados extras que tal vez necesites. ¡Hasta la próxima!     Contacto: Twitter: @marsimar Email: [email protected]       *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

Profeco suspende actividades en estación Buenavista del Tren Suburbano
Por

Ante la colocación de “sellos de suspensión de actividades”, Ferrocarriles Suburbanos informó que sus políti...