Viviendas dignas
Herberto Rodríguez Regordosa, presidente de la Fundación Empresarios por Puebla, subrayó que el sismo trajo mucho retos. Si embargo, también generó grandes coincidencias para contribuir con las comunidades menos favorecidas, devolverles el ánimo, la esperanza y las ganas de ver que su futuro puede ser mejor. En este sentido, destacó la labor del Grupo MIA -Mejoramiento Integral Asistido- en la logística y supervisión en la construcción de las casas. “Fue un desafío porque todas están en diferentes áreas, alejadas unas de otras, con el objetivo de respetar los terrenos de cada beneficiado y el entorno natural”, detalló. Las viviendas entregadas son de una planta, tres recámaras, baño, sala-comedor y cocina. Al tiempo de cumplir con las nuevas normas de construcción y estándares de calidad en el diseño y materiales de construcción. “Estamos muy felices porque ya tenemos un lugar digno para vivir. Ya no pasaremos tantas preocupaciones por las lluvias y tendremos un espacio para compartir los alimentos con toda la familia”, comentó la señora Esther Pérez.Un legado vigente
Antes de entregar las viviendas, Margarita, Mariel y Juan Carlos Jenkins de Landa, así como otros miembros e invitados del Patronato de Fundación Jenkins y de la Fundación Empresarios por Puebla, visitaron la parroquia de la La Trinidad Tepango, en el municipio de Atlixco. Ambas fundaciones colaboraron en la construcción de una capilla temporal. Ello con el objetivo de que la comunidad continúe con sus actividades religiosas mientras se realiza la reconstrucción del templo que sufrió daños a consecuencia del sismo. Además de la edificación de poco más de 30 capillas temporales en diversos puntos de la entidad, los recursos proporcionados por la Fundación Jenkins también han sido utilizados para el apuntalamiento de templos y reconstrucción de curatos. Jolalpan, San Juan Tzicatlacoyan y Huehuetlán el Chico son algunas de la comunidades beneficiadas con este proyecto que tiene como misión resguardar el patrimonio histórico y cultural de Puebla. “Nosotros somos portadores de un gran legado familiar. Nos enseñaron a compartir, y eso es lo que hacemos y nos llena de alegría”, expresó Margarita Jenkins de Landa, quien se mostró emocionada tras el recibimiento de la comunidad del Valle de Atlixco con música de banda, bailes y frutas, como ya es tradición. La Fundación Mary Street Jenkins ha invertido más de 500 millones de dólares desde su creación en 1954, por medio de los cuales se han realizado más de 300 proyectos en varios estados de la República Mexicana. Con un enfoque de trabajo sustentable, invierte en proyectos que generan recursos cuyos rendimientos son donados para diversas causas. Síguenos en:Suscríbete a nuestro newsletter semanal aquí