Éste es un adelanto de la historia que aparece en la portada de Forbes México correspondiente a la edición Diciembre/Enero.   Muchos consideran que Gabriel Orozco es el artista mexicano mejor pagado en el mundo; sin embargo, él cree firmemente que el dinero no debe ser un determinante en el proceso de creación.   Por Naomi Palovits y Jonathán Torres En 1993, Gabriel Orozco sorprendió a la crítica del mundo del arte al enviar una caja de zapatos vacía para ser presentada en la Bienal de Venecia. “Me empecé a enfocar en la idea de la escultura como un recipiente, del espacio vacío que recibe el espectador y lo fuerte que es esa sensación de vacío en que tienes que hacer algo al respecto. (La caja de zapatos) se convirtió en una pieza incómoda, polémica, pero muy relevante”, recuerda Gabriel. Lo que pocos supieron, en ese entonces, fue que, quince minutos antes de la inauguración de la Bienal, el hombre que limpiaba el museo, al ver que la caja estaba en el piso y la gente la pateaba, decidió tirarla en la basura. Lo que ocurrió después, ya es historia: mucho se habló sobre el discurso del vacío en el arte, de la sensación de la nada. “Mucha gente puede decir que la caja de zapatos no es poética, cuando, obviamente, es superpoética”, concluye Gabriel Orozco, con una risa traviesa. Muchos consideran que Gabriel Orozco es el artista mexicano mejor pagado en el mundo; sin embargo, este creativo considera que el dinero no debe ser un determinante en el proceso de los artistas. Forbes sostiene que eres el artista mexicano mejor pagado en el extranjero, ¿cómo es tu relación con el dinero? Desde un principio, para mí era muy importante tener cierta libertad y ligereza para hacer variedad de trabajo y vivir en varios lados, por lo que he tratado de no depender del dinero en general. En otras palabras, podría hacer lo mismo que hago sin dinero. La primera condición importante es mantener esa independencia creativa del dinero. Por otro lado, tengo la fortuna de tener una de las mejores galerías de Nueva York (Marian Goodman), y esa galería me ha ayudado a hacerlo bien y sin especulaciones gratuitas. ¿Quién colecciona tus obras? La mayoría de mis obras está en museos y en colecciones privadas. La DS forma parte del Fondo Internacional de Arte Contemporáneo de Francia, Black Kites la adquirió el Museo de Filadelfia, el MoMA tiene varias obras. ¿En cuánto cotizan tus obras? Ésas son cosas que el mismo mercado va dictando, la oferta y la demanda. El arte ha crecido mucho en el mundo y, obviamente, ha habido especulación de precios y cosas en que yo no me meto porque no es mi lugar. Finalmente, la respuesta concreta es que yo sigo trabajando, sigo siendo el mismo de la misma manera. Nada más me estoy haciendo más viejo; me gusta comer bien –en el mismo lugar– mis tacos favoritos en Tlalpan. Gabriel, parece que en tu agenda no hay espacio para la rutina… Estoy en varios lugares y en constante movimiento, pero tengo mi rutina de trabajo con mi cuaderno, por ejemplo, que se ha convertido en mi estudio, y siempre estoy tomando notas. Al no tener un estudio permanente, ni asistentes permanentes, trabajo solo todo el tiempo, y esa ligereza de equipaje es lo que me permite estar en constante movimiento en diferentes lugares… Tiene que ver con la idea de vaciarse, de alguna manera, para estar fresco y empezar de nuevo un proceso de trabajo en cada proyecto. Artista sin estudio La creatividad de Gabriel puede generarse entre cuatro paredes, pero nunca en el mismo espacio; parecería que la inspiración de este artista nace y muere todos los días. “Con el tiempo me di cuenta que no podía estar haciendo lo mismo por más de quince minutos en un lugar. Me empecé a aburrir de estar todo el tiempo en un estudio haciendo lo mismo. Llegaba y no sabía qué hacer. Yo estoy en varias cosas a la vez. Me gusta variar, me encanta dibujar… a veces sentado, a veces en vertical, en un caballete o en mi cuaderno. El cambiar de espacios empezó a generar más agilidad en mi cerebro; de alguna manera empezó a oxigenarlo, las ideas empezaron a fluir mejor.”   Busca el reportaje completo en la edición impresa exposorozco

 

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