Reuters.- General Motors reafirmó el martes sus perspectivas de ganancias para el año gracias a un esperado aumento de la demanda, pero dijo que está frenando el gasto y la contratación ante una posible desaceleración económica, y una caída de sus beneficios trimestrales decepcionó a los inversores.

La ganancia neta del fabricante de automóviles de Detroit cayó un 40% en el segundo trimestre respecto al año anterior debido a los problemas en la cadena de suministro, incluida la escasez de chips en el mundo, que fue la más grave en junio.

Las acciones de la empresa cedían un 3.5% a media mañana.

La presidenta ejecutiva, Mary Barra, dijo que la empresa “ya está tomando medidas proactivas para gestionar los costos y los flujos de caja” ante una posible desaceleración de la economía.

“Además, hemos modelado varios escenarios de desaceleración, y estamos preparados para tomar medidas más deliberadas cuando y si es necesario”, añadió en una conferencia telefónica con analistas.

Barra dijo que GM está modelando una desaceleración moderada en su planificación, no una severa. También sostuvo que el impacto de la escasez mundial de chips durará hasta el próximo año.

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La empresa, un referente de la fabricación estadounidense y mundial de automóviles, ha tomado medidas para contrarrestar un aumento de la inflación y otros retos, sostuvo el presidente financiero Paul Jacobson.

“Hemos ralentizado algunas contrataciones y aplazado algunos costos y gastos que íbamos a tener este año para intentar equilibrarlos con la presión que hemos visto tanto por la inflación como por algunos de los otros retos de la cadena de suministro”, dijo Jacobson a periodistas en una conferencia telefónica.

Sin embargo, Jacobson dijo que GM ve una gran demanda reprimida por sus vehículos, en marcado contraste con la advertencia del gigante minorista estadounidense Walmart, que el lunes dijo que los consumidores están recortando las compras discrecionales.

El fabricante de automóviles reafirmó su previsión de una ganancia neta para todo el año de entre 9,600 millones y 11,200 millones de dólares, y de beneficios ajustados antes de intereses e impuestos (EBIT) de entre 13,000 millones y 15,000 millones de dólares, con un aumento considerable de las entregas mundiales en la segunda mitad del año.

La ganancia neta del segundo trimestre fue de 1,700 millones de dólares, o 1.14 dólares por acción, un 40% menos que los 2,800 millones de dólares, o 1.90 dólares por acción, del año anterior. Los analistas esperaban 1.20 dólares por acción, según datos de Refinitiv.

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