El presidente de México, Enrique Peña Nieto, firmó un decreto para estimular el regreso de capitales sin declarar en el extranjero, en medio de presiones a la economía mexicana por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Para lograrlo, el gobierno ofrecerá un impuesto preferente durante seis meses, con una tasa de 8% a personas en nuestro país con recursos en otra nación y deberá pagarse 15 días después  de que el monto haya regresado. Actualmente, el impuesto para repatriar capitales es de 30% para personas morales y 35% para personas físicas. Países como Argentina, Brasil y Chile han implementado medidas parecidas para aumentar el cobro de gravámenes. Entre las condiciones para ejecutar la medida, los capitales deberán quedarse al menos dos años en México y deberán ser invertidos en territorio nacional. La cúpula empresarial estima que las inversiones que pueden llegar ascenderían a 10,000 millones de dólares (mdd).    

 

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