Ubicado en la céntrica plaza del Castillo de Pamplona, España, fue inaugurado en 1881 y reformado en 2007. Rebosa historia por los cuatro costados y renombrados huéspedes –como Ernest Hemingway– hicieron de él su hogar.     El Gran Hotel La Perla es el segundo hotel más antiguo de España. Comenzó como fonda en junio de 1881, un mes antes de las famosas fiestas de San Fermín (también llamada Pamplonada en otras partes del mundo). En él se han alojado los mejores escritores, actores, músicos, arquitectos, economistas, matadores de toros, presidentes del gobierno, ministros y embajadores. Incluso la realeza ha disfrutado de sus instalaciones. Los últimos tres Reyes de España: Alfonso XII, Alfonso XIII y Juan Carlos I han pernoctado en él. No es un museo, pero parece: todo lo que la vista abarca se encuentra catalogado. Cada habitación es un rincón con historia. Pese a haber sido reformado casi en su totalidad, se conservó la fachada diseñada por el arquitecto Victor Eusa en 1932. Las 44 habitaciones están cuidadas hasta el más mínimo detalle y 25 de ellas homenajean a los ilustres huéspedes de este establecimiento: Ernest Hemingway, Pablo Sarasate (violinista y compositor), Orson Welles, Karim Aga Khan IV, San José María Escribá de Balaguer (fundador del Opus Dei), Manolete (el torero por excelencia), Cayetano Ordóñez y Juan Belmonte entre otros. Se conservan elementos originales como el pavimento de la recepción, la lámpara de la entrada –que tuvo que ser adaptada a la “moderna” instalación eléctrica– y uno de los primeros ascensores instalados en España que data de 1912 y que estuvo en activo hasta los años 90.   Ilustres forasteros: toreros y Reyes A día de hoy sigue siendo el hotel por excelencia de los toreros. Alojó a Manolete en la que fue su mejor tarde en el ruedo –10 de julio de 1947–, un mes antes de perder la vida en plena faena. Pero el mundo del cine también ha pasado por estos espacios. En los años 30 estuvo el mítico actor de cine mudo Charles Chaplin, o Charlot. El actor, director, guionista y productor de cine estadounidense Orson Welles se alojó en repetidas ocasiones durante el rodaje de “campanadas a medianoche” y, una vez, se fue sin pagar la factura del hotel… Don Juan de Borbón, el padre del actual Rey de España, tuvo un paso fugaz por el hotel. Se encontraba exiliado en Francia pero al estallar la guerra en España decidió unirse a los sublevados contra la Segunda República y cruzó la frontera con un pasaporte falso que le acreditaba como trabajador del hotel La Perla. Más recientes y menos anecdóticas, pero no por ello menos importantes, son las visitas de Julio Iglesias, Joaquín Sabina, Jorge Drexler, Woody Allen, Adolfo Domínguez, Enrique Loewe, Javier Aguirre, Juan José Padilla, Renzo Piano, Jaques Herzog y Rafael Moneo. Otro ilustrísimo huésped del que también se conserva la habitación original fue el violinista Pablo Sarasate, de los mejores de su tiempo –finales del siglo XIX y principios del siglo XX– que pese a su apretada agenda siempre encontraba un hueco para acudir a las fiestas de su ciudad natal. Ídolo de masas en aquella época, cual actual estrella del pop, era multitudinariamente recibido en la estación de tren. Una comitiva formada por músicos, autoridades y vecinos lo acompañaba con carruajes y velas por todo el recorrido hasta la plaza del Castillo y lo entraban a hombros en el Hotel La Perla. A modo de agradecimiento tocaba unas piezas melódicas desde el balcón de su habitación, tradición que se mantiene actualmente en el aniversario de su muerte.   Hemingway y la Fiesta La Perla fue el primer hotel que conoció el escritor estadounidense Ernest a su llegada a la ciudad de Pamplona para las fiestas de San Fermín de 1923. Lamentablemente, con su sueldo de corresponsal no podía permitirse el lujo de pernoctar en él, pero quedó grabado en su memoria. Treinta años más tarde volvió para alojarse en la que es considerada una de las habitaciones más famosas del mundo, la mítica 217, actualmente renumerada como la 201. Tan célebre es que, pese a haber reformado la totalidad del edificio, ésta se ha conservado tal y como la conoció el escritor. En ella se atesoran más de 70 versiones de su novela Fiesta. Se decía de él que tenía una relación extraña con las mujeres, que era a la vez mujeriego y misógino. Se pegó un tiro en 1961, justo antes de San Fermín y fue enterrado simbólicamente un 7 de julio. Y es que las mejores fechas para alojarse en este hotel son los días de San Fermín. Gracias a su excelente ubicación, nada más pisar la calle estamos inmersos en el corazón de la fiesta, que se prolonga ininterrumpidamente entre el 6 y 14 de julio. Un placer inigualable es levantarse y poder ver el primer encierro del día: toros deslizándose sobre resbaladizos adoquines bajo el balcón de la habitación. Aunque también se puede hacer como Hemingway, quien todas las mañanas era despertado por las camareras que acudían a llevarle el desayuno antes del encierro, pero nunca se levantaba. Cuando volvían para retirarlo, estaba intacto. Ernest seguía sumido en los brazos de Morfeo…  
@Ghotellaperla Gran Hotel La Perla Plaza del Castillo, 1 Pamplona, España www.granhotellaperla.com
  Contacto [email protected] Twitter @marialmazor *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

Lentes para controlar la diabetes, el nuevo proyecto de Google
Por

Con microtecnología, Google busca realizar una contribución muy a su estilo en la lucha contra la diabetes, la firma est...