Jesús Guerra Méndez, abogado de Grupo Prisa, asegura que no venderán las acciones de Radiópolis ni se irán de México por su diferendo sostenido con los empresarios Miguel Alemán Valasco y Miguel Alemán Magnani, dueños de Corporativo Coral.

“Prisa no se va ir de México, porque Radiópolis es una inversión que está plasmada y escrita en su ADN y es parte de la identidad”, dijo a Forbes México el defensor de la empresa con sede en Madrid, España, que ofrece contenidos culturales, educativos, de información y entretenimiento en los mercados de habla española y portuguesa.

“Entonces lo que estamos haciendo es protegiendo la inversión de nuestro cliente en primer lugar y en segundo lugar buscamos ganar las condiciones para que su inversión no sea ultrajada como pretende hacerse”, afirnó.

Guerra Méndez comenta que cuentan con una resolución favorable de parte del Árbitro de Emergencia, quien decretó y ordenó que Corporativo Coral, una empresa propiedad de Miguel Alemán Magnani, cumpla el contrato de accionistas. 

“Nosotros consideramos que esta determinación del Árbitro de Emergencia es muy importante, porque se demuestra que es de tipo genuina”, señala el abogado de Grupo Prisa, quien posee 50 por ciento de las acciones del grupo Radiópolis que administra 17 estaciones de radio en todo México.

Lee: Prisa tomará acciones legales contra familia Alemán por caso Radiópolis

En febrero de 2018, Televisa, titular del 50% de las acciones de Radiópolis, comunicó al Grupo Prisa su intención de vender su participación. Prisa había comprado sus acciones a Televisa en 2001.

Televisa dio entrada a Prisa para que aportara su know-how en materia de explotación del negocio radiofónico. Con este fin, los accionistas acordaron que Prisa propondría el director general de Radiópolis (que luego habría de ser aprobado por el Consejo de Administración), capaz de armar un equipo de primera línea y poner en aplicación ese know-how.

En el segundo semestre de 2018, Televisa comunicó a Prisa que el comprador de las acciones de su propiedad sería Miguel Alemán Magnani, presidente del consejo de administración de ABC Aerolíneas.

Prisa y el empresario firmaron el 12 de diciembre de 2018 un acuerdo con los términos básicos de la que debía ser su relación como socios en Radiópolis, en el que se mantuvieron las reglas de funcionamiento que vinieron operando exitosamente en los años anteriores. Sobre la base de ese acuerdo, Prisa autorizó a Televisa efectuar la transmisión de sus acciones a Alemán Magnani.

El empresario mexicano realizó la compra de las acciones a través de Corporativo Coral, que firmó con Prisa el 17 de julio de 2019 un contrato de accionistas de Radiópolis, que recoge y desarrolla lo pactado por ambas partes en el acuerdo de diciembre de 2018 e incluye los estatutos sociales.

Ese mismo día, Coral firma un contrato de compra de las acciones con Televisa. Ese contrato condiciona la compraventa de las acciones a que reciba la autorización del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y a que Coral pague el precio de la compra a continuación. El IFT autorizó la compraventa en agosto de 2019, pero por problemas de liquidez, Coral incumplió su obligación de pagar. Televisa demandó a Coral por el incumplimiento.

El 2 de julio de 2020, Coral completó el pago a Televisa. Coral pidió dinero a ciertos inversionistas.

El 8 de julio de 2020 se celebró una reunión para que el equipo de Radiópolis y el de Prisa conociesen a los nuevos inversionistas de Coral, presentándose como tales Teresa Pasini, esposa de Carlos Cabal Peniche; Samantha del Valle, hija del empresario Alejandro del Valle y Rosa Rubio, esposa de Carlos Aguirre, quien fuera director del Grupo Radio Centro. Aguirre falleció el 13 de septiembre de 2020.

“Corporativo Coral negoció durante 10 meses el contrato de accionistas, antes de eso se negoció hasta el cansancio acuerdos para reflejar cuál sería el esquema de su inversión y lo sorprendente un año después de que firmó el contrato de accionistas y unas cuantas semanas después de que adquiriera finalmente la participación o sus acciones en Radiopolis pues hubiera dicho que no existiera el contrato”, comenta Juan Guerra.

“Corporativo Coral a partir de que adquirió las acciones en Radiópolis jamás dijo que tenía duda respecto a la legitimidad de la inversión de Prisa o la supuesta ilegalidad del contrato de accionistas”, señala el litigante mexicano.

La empresa de Miguel Alemán Magnani asignó personal para ocupar diversos cargos y cuando solicitó la designación de un cargo que no estaba previsto  ni negociado se rechazó, recuerda el abogado.

“Fue hasta ese momento cuando Coral dijo que si no estábamos de acuerdo el pacto era nulo. Entonces son posiciones muy poco genuinas y es tras la resolución del Árbitro de Emergencia se pone en evidencia”, manifiesta.

¿Por qué la posición del árbitro de emergencia es genuina?

— Cuando tú actúas de cierta manera y después actúas de otra de manera inconsistente a tus acciones a lo que negociaste, a lo que reconociste, a lo que solicitaste y te desistes de todo. Esa es una actitud genuina, o sea es una actitud poco legítima o cuestionable.

¿Grupo Coral actúa con alevosía para quedarse con el control de Radiopolis?

— La verdad es que no podría describir lo que ellos quieren hacer, porque no tengo elementos para calificar la conducta. No sé si quieran quedarse con el control, no sé si lo que quieren es vender, no sé si lo que quieren es realmente comprar. La verdad no sé qué es lo que quieran, eso los podría decir mejor sus abogados.

¿Ven detrás del conflicto un juego político, un juego de dinero o un juego de poder?

— No. No sé y no sabría cómo responder bien. Yo sí te puedo responder y no quisiera entrar en una especulación, porque la verdad no sé qué es lo que la gente de Grupo Coral pretende. Nosotros vemos un conflicto severísimo entre accionistas y una absoluta pérdida de confianza basada en acciones, que son totalmente contradictorias por Coral con el cumplimento de un contrato negociado.

— ¿Grupo quiere controlar Radiopolis? ¿Y si no lo logra se va de México?

— No. Déjame dividir la pregunta en dos, porque esa ha sido una acusación sin sustento que ha llevado a cabo Corporativo Coral: Prisa no controla, nunca ha controlado y no pretende controlar Radiópolis. Grupo Prisa no es una miscelánea de la esquina, no es un free and family y no es un family office, sino es una institución. En las instituciones no son los accionistas los que toman el control o los que dirigen a la sociedad, en una institución quienes dirigen a la sociedad son los directivos elegidos por el Consejo de Administración y los accionistas. 

No es Prisa quien controla Radiópolis, nunca lo ha controlado y no pretende controlarlo, lo que se pretende es que siga existiendo una institucionalidad robusta en donde los funcionarios tengan la libertad de acción y de gestión.

No veo a Prisa vendiendo bajo ninguna circunstancia sus acciones. Por el contrario, Prisa nos contrató para ejercer su defensa ante la confianza en el Estado de Derecho que existe en México y la protección que debe existir a las inversiones nacionales y extranjeras.

—¿Las leyes mexicanas en este momento le están dando la razón a un inversionista extranjero como Grupo Prisa?

Es muy temprano para decir a quién le están dando la razón, porque al final del día los tribunales están para escuchar a las partes y decidir una controversia. La controversia central no está sometida bajo la jurisdicción de los tribunales mexicanos, las cuestiones de las asambleas y ciertas cosas terminan en corporativos restantes, pero el contrato de accionistas está sujeto a procedimiento arbitral. Ese procedimiento arbitral ya se inició y tendrá que resolverse en aproximadamente seis meses.

—¿Grupo Prisa acudió con el Banco Mundial a través del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) para respaldar su inversión?

No. Es un arbitraje entre particulares y no tiene nada que ver con el Estado Mexicano. Es un arbitraje para resolver la controversia que existe por los incumplimientos de Grupo Coral al contrato de accionistas y el arbitraje está sometido a la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional.

— ¿Seguramente les va favorecer la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional?

No quisiera ser tan optimista, porque tenemos que hacer nuestro trabajo. Consideramos tener la razón y consideramos que existen incumplimientos y esa es la razón por la cual tenemos que cubrir al arbitraje.

—¿Cuáles son los incumplimientos de Corporativo Coral?

Son varios incumplimientos y te diría que el más importante fue la transmisión a favor de terceras personas de las acciones que adquirió Corporativo Coral. Entendemos que en algún momento esas acciones fueron transmitidas a un fideicomiso y desconocemos si es Coral la propietaria o poseedora de esas acciones.  Existe una incertidumbre de quién es socio de Grupo Prisa, porque se  especula que es el señor Carlos Cabal Peniche y que el señor Miguel Alemán Magnani únicamente tiene 10 por ciento de las acciones. Existe mucha especulación, porque hasta ahorita no nos han entregado la documentación que demuestre quiénes son los accionistas.

—¿En este instante no saben si son accionistas Cabal Peniche o la familia Alemán?

— Lo que establecen los estatutos sociales es que quien aparezca registrado en el libro de registro de acciones es el socio o accionista de la sociedad. En este caso de acuerdo a los registros de la sociedad: El accionista es Corporativo Coral.

Corporativo Coral en algún momento nos enseñó un fideicomiso al que supuestamente le habían trasmitido las acciones, entonces hay actos que llevó a cabo en violación del contrato de accionistas.

—¿Y a Grupo Prisa le gustaría tener de socio a Carlos Cabal Peniche, quien fue uno de los banqueros que quebró el sistema financiero mexicano?

La verdad es que también es un poco especulativo, no sé si existe un interés en tener a alguien en particular como accionista o no tenerlo como accionista, la problemática radica en que se infringieron los “pactos” entre los accionistas

— ¿Grupo Prisa sigue en pie con esta inversión y cree en México?

Creemos en México, creemos en la justicia en México y creemos en las instituciones de México, que ha sido un país en donde Prisa tiene casi 20 años de haber invertido, pero de vez en cuando enfrentar este tipo de complejidades.

— ¿Pensaron en enfrentar una  eventualidad o un conflicto con sus socios en México?

Es muy desafortunado que la contratarte haga declaraciones tan ligeras como de que nos vamos de México. Las invitaciones a la agresión o a la descalificación no son parte de la institucionalidad de Grupo Prisa.

— ¿ Grupo Prisa no abandona México por una presión política, por presión presidencial o por una presión corporativa?

No tengo ningún elemento para pensar que exista algún tipo de presión política en este asunto, no hay nada que nos permita siquiera pensarlo. Grupo Prisa está en México y se quedará en México.

 

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