El Grupo Sindoni instaló una fábrica de su famosa barquillita rellena de chocolate, Pirulín, con una inversión superior a 8 millones de dólares en su primera etapa en República Dominicana.    Por Jhanyl Moreta Morel   El grupo empresarial venezolano Sindoni, creador de las golosinas Nucita y Pirulín, trae una ‘dulce’ noticia a República Dominicana. Y no sólo nos referimos a la instalación de una fábrica en el país, desde donde pretende exportar sus productos a toda Latinoamérica, sino también al gran aporte económico que representará para esta nación. Con la fabricación de la pequeña bar­quilla rellena de crema de chocolate y avellanas, conocida como Pirulín, la agri­cultura dominicana se verá beneficiada, pues 90% de la materia prima que se utiliza para la confección de ese dulce es dominicana. Con ello se crearán, además, decenas de empleos directos y cientos de indi­rectos en su primera etapa, cuya cifra pretende aumentar a miles de vacantes en los próximos tres años, según explica el dueño y fundador del grupo empresarial, Guiseppe Sindoni. En entrevista exclusiva para Forbes República Dominicana, el ejecutivo puso como ejemplo que en sus inicios en Vene­zuela la planta sólo contaba con cinco o seis empleados, y actualmente agrupa a miles de personas. “Nuestro personal, tanto en República Dominicana como en Venezuela, recibe formación dentro y fuera de sus respecti­vos países a través de una especie de inter­cambio cultural que realiza la empresa”, apunta Sindoni. El empresario de origen italiano destaca que una de las razones que lo impulsaron a instalar su nueva fábrica en este país fue la calidad de sus productos agrícolas. “Nosotros vinimos porque  en Venezuela nos encon­tramos con una mentalidad similar a la nuestra. También hicimos un estudio que nos arrojó que la materia prima de aquí es de buena calidad. Téc­nicamente hemos visto que la logística es espectacular porque estamos cerca de Estados Unidos, Venezuela y toda Centro­américa.” Este visionario y simpático empresario cuenta que desde el cacao, la harina, el azúcar y la leche, hasta el envase caracte­rístico de Pirulín, es de producción local. Otro de los atractivos que motivó a Sindoni a invertir entre US$8 millones y US$10 millones en territorio dominicano es la facilidad que le ha dado el gobierno, a través del Tratado de Libre Comercio, para exportar. Aunque la fábrica de Pirulín y Nucita —ubicada en la zona franca de San Pedro de Macorís— inició operaciones recien­temente, el Grupo Sindoni lleva casi dos años instalado en el país realizando estu­dios e implementando la logística reque­rida para impulsar este producto.   Comercialización A pesar de que aún no han empezado a exportar, Guiseppe Sindoni declaró que ya tiene pedidos de la golosina en Estados Unidos, Colom­bia, Brasil y otros países latinoamericanos. “Queremos hacer las cosas un paso a la vez. Por ahora estamos en la fabricación de Pirulín en este país; sin embargo pre­tendemos producir a corto plazo muchos más de nuestros productos, como los ali­mentos para humanos y para animales que manufacturamos en Venezuela”, resaltó. El Grupo Sindoni inició sus operaciones en Venezuela, cuando en 1949 el italiano Filippo Sindoni (padre de Guiseppe) llegó a ese país con nada más que sus manos, pero con una acerada voluntad y apro­vechó la creciente diáspora italiana para crear una empresa de pastas que fue cre­ciendo exitosamente. Con el paso del tiempo, su gran esfuerzo empresarial fue el responsable de fundar auténticos emporios industriales en el sector alimentario, como Molinos Vene­zolanos Compañía Anónima (Molvenca), Pastas Sindoni, Nucita y Pirulín. Pirulín nació por “casualidad” cuando Filippo Sindoni intentaba fabricar otro producto; fue concebido y producido por Nucita Venezolana, parte del Grupo Sindoni. Justamente el fallecido Filippo Sindoni, la cabeza del conglomerado de empresas, estuvo al mando de su creación. Hoy, su hijo Giuseppe, representante del grupo empresarial, ha seguido los pasos de su padre en su afán de mantener este imperio que ha crecido exitosamente junto a miles de venezolanos y que pro­mete impactar positivamente a los domi­nicanos. pirulin2_buena

 

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