Por: Joaquín Barreiro*

La pandemia de Covid-19 nos ha obligado a cuestionarnos la forma en que se venían haciendo las cosas en muchos ámbitos de nuestra vida. Desde la perspectiva empresarial, los acontecimientos de este año han exhibido el impacto que tiene el bienestar de los trabajadores en su desempeño y productividad.

Sin embargo, el bienestar no solo se refiere a la salud física, sino que contempla un espectro más amplio de la vida de las personas, el cual se compone de cuatro dimensiones: físico, emocional, financiero y social. A partir de ellas, es necesario replantear la visión de las organizaciones con respecto a estas variables, apalancados por nuevas tecnologías que contribuyan a fortalecer la cultura laboral mexicana.

De acuerdo con el informe de Aon, Rising Resilient, elaborado durante las primeras semanas de la contingencia sanitaria, el 80% de los empleadores en Europa cree que la salud y el bienestar son factores determinantes para sus empresas a largo plazo y es muy probable que el 55% aumente su inversión en estos ámbitos próximamente.

La importancia de tomar medidas desde ahora en esta materia es bastante clara: un mayor bienestar de la fuerza laboral se traduce en más productividad, más resiliencia y más competitividad. Pero hacerlo no es sencillo y conlleva la elaboración e implementación de toda una estrategia en torno a este objetivo.

En principio, hace falta generar y fomentar una cultura de prevención y promoción del bienestar entre todos los integrantes de una empresa. Mostrar de la forma más clara los beneficios que tiene el cuidado de nuestra salud, y convencer a todo el equipo de que ese compromiso con uno mismo y con los demás integrantes de la empresa puede incluso tener un impacto positivo en los resultados financieros de la compañía.

Aquí es donde el departamento de Recursos Humanos de cada empresa juega un rol fundamental, ya que su misión es promover un mensaje claro y contundente: que la organización es fuerte en la medida que los individuos que la conforman son fuertes. Por lo tanto, su salud es vital para conseguir los objetivos planeados.

Por otro lado, es clave reafirmar entre los colaboradores la relevancia de la prevención y el autocuidado. Una gran iniciativa, por ejemplo, es incentivar el ejercicio entre los trabajadores con beneficios o premios, promover buenos hábitos alimenticios a través de los canales de comunicación interna, brindar programas de atención psicológica a sus colaboradores para garantizar su bienestar o, incluso, impartir periódicamente clases (como yoga, pilates o tai chi), que contribuyen a reducir los niveles de estrés.

Si el mensaje es comunicado y reforzado eficazmente, los resultados serán más que evidentes. La empresa podría detectar, entre otros cambios positivos, una reducción en sus facturas de gastos médicos, así como menores pérdidas de productividad por enfermedades. Solo en Estados Unidos, por ejemplo, estas pérdidas ascienden a 153 mil millones de dólares según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de ese país.

En México, la situación no es muy diferente y podría incluso a llegar a ser más delicada, tomando en cuenta que nuestro país ocupa el primer lugar a nivel mundial en estrés laboral, con 75% de su fuerza laboral bajo esta condición, seguido de China (73%) y Estados Unidos (59%), de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Son diversos factores los que influyen, como el hecho de que los mexicanos trabajan 2 mil 246 horas al año, unas 480 horas por encima del promedio de la OCDE, o incluso los retos que representa la movilidad en lugares como la Ciudad de México.

La pregunta pertinente es ¿qué podemos hacer las empresas y los empleadores para avanzar hacia una nueva cultura laboral que ponga el bienestar en el centro?

La tecnología puede jugar un rol determinante para ayudarnos a conseguir mejores resultados. Al hacer uso del poder de la tecnología e incorporar el análisis de datos y la gestión de capital humano, podemos crear iniciativas que contribuyan a que la cultura del bienestar sea la nueva normalidad empresarial. En Aon hemos formalizado ese compromiso a través de una plataforma digital denominada Well One, que permite un cambio de comportamiento saludable y sostenible en las organizaciones y que es resultado de esa visión transformadora.

Y como nosotros, hay cientos de empresas en México y toda Latinoamérica en donde cada vez es más común encontrarnos con el término bienestar en programas o iniciativas internas, las cuales contribuyen a enfrentar este desafío de las organizaciones, pero también de los colaboradores.

Nuestra prioridad siempre deben ser las personas y su bienestar total.

Contacto:

Joaquín Barreiro, Director Ejecutivo de Health Solutions, Aon México*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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