Viajar es más que subir a un medio de transporte y llegar a un destino. Por ello, las agencias de viaje, hoteles, aviones, autobuses, destinos turísticos y demás implicados en este sector deben estar al tanto de las tendencias que dominarán el mercado en 2019. Así que te mostramos algunas de las tendencias y señales que encontraron diversos estudios sobre los gustos, comportamiento y demás insights de los turistas para entender cómo funcionará (y evolucionará) el turismo en general. Uno de estos estudios es el realizado por Booking.com hace sólo unas semanas, en el que analizó más de 163 millones de comentarios verificados y consultado a 21,500 viajeros de 29 países, para enlistar ocho tendencias en viajes: Aprender: Ahora los viajeros reflexionarán más el destino que elegirán, con el objetivo de añadir sentido a sus viajes, es decir, aprender una nueva manera de viajar y de fomentar el desarrollo personal, ya sea para capacitarse o trabajar como voluntarios. Por ejemplo, los viajeros de la generación Z se replanteará el valor de los títulos universitarios caros frente a las competencias y el aprendizaje práctico que pueden obtener de los viajes. Facilidad 2.0: En los años anteriores se hablaba de la inteligencia artificial, la realidad virtual y el reconocimiento de voz, pero ahora el criterio de referencia serán las innovaciones que puedan ofrecer soluciones prácticas a los viajeros, como usar el smartphone como la llave de su habitación de hotel, recibir consejos de viaje personalizados o hablar en su idioma con un robot recepcionista; pero también aquellas menos exóticas, por ejemplo, una app que le permita controlar su equipaje en tiempo real. Además, una innovación que valorarán bien los viajeros será aquella que le dé un mayor sencillez para mejorar la seguridad y flexibilidad de sus viajes Lo inexplorado: Como lo han evidenciado SpaceX y Virgin Galactic, la inversión en los vuelos espaciales no se detendrá, y cada día dan un paso más en el camino para llegar a otros planetas. El documento de Booking.com destaca que con eso en mente (romper los límites de los viajes y el avance de la tecnología espacial), el turismo espacial no supondrá un cambio significativo. Las empresas de viajes y de otros bienes de consumo invertirán en pruebas en la tierra para prepararse para un futuro en el espacio con el que satisfacer el apetito de los clientes que quieren probar cosas nuevas; es decir, aquellos viajeros que quieran explorar territorios desconocidos en la Tierra, como alojarse debajo del mar, lo que impulsará la aparición de nuevos tipos de hoteles y casas vacacionales que hoy son inimaginables. La empresa TrekkSoft, a través de su Encuesta Turística 2018, apunta que el conocer nuevos destinos se está volviendo más común entre los millennials y que estos quieren compartir sus historias con otros. Cerca y personalizado: Big Data y otros analasis de la información haran posible que las guías de viaje dejé de ser genéricas, para volverse personalizadas y relevantes para los viajeros. Esto a través de mecanismos que recomienden sitios a donde viajar, y el uso de tecnología como inteligencia artificial para hacerles sugerencias de viaje acordes a sus experiencias anteriores. Es un tema de responsabilidad: El creciente interés por temas sociales como los derechos humanos, igualdad y condiciones laborales, hará que en 2019 los viajeros se comprometan con estas causas y se pregunten más de estos temas en el destino al que van a viajar. Así, los problemas sociales seran un factor que analicen a la hora de elegir dónde ir de vacaciones, pues si creen que su estadía tendrá un impacto negativo en la gente que vive ahí, probablemente busquen otra opción. Pero al mismo tiempo, los viajeros también quieren estar seguros de que pueden viajar con total seguridad, independientemente de su género, etnia u orientación sexual. Adiós al plástico: La concienciación sobre el impacto que tiene el plástico sobre el medio ambiente se traducirá en más acciones para proteger la naturaleza, y los millenials y la generación Z buscarán experiencias en las que no contaminen, por ejemplo, dedicando más tiempo a actividades que contrarresten el impacto medioambiental, e incluso ayudaría en la recolección de ese material y demás basura en las playas u otros lugares de interés. Por el lado de los proveedores de alojamiento se intentará reducir el uso de plástico y aumentar sus credenciales de sostenibilidad. Por ello, Booking.com prevé que haya una mayor inversión en startups sostenibles, por lo que se verían nuevos jugadores y empresas de viajes comprometidos con el medioambiente que utilizarán la tecnología para tener destinos cada vez más sostenibles. En ese sentido, TrekkSoft destaca que estas suelen ser experiencias excepcionales que educan y comparten información privilegiada sobre el área y cómo protegerla para el futuro. Además de que los tours que utilizan los ingresos para financiar proyectos ecológicos, como la restauración de hábitats de bosques y de animales, se eligen por encima de las alternativas que no defienden una causa. Retratar experiencias: Reservar experiencias o actividades a la hora de viajar fue una de las mayores tendencias de viaje en 2018, y en 2019 seguirá siendo igual. Los viajeros no se conforman sólo con ir a un lugar, sino que quieren hacer algo en él, y por ello dan más peso a vivir experiencias que a tener posesiones materiales. Así que buscarán viajes que les den experiencias auténticas y diferentes. A esto nos referimos a situaciones que creen momentos de felicidad en momentos como comer, dormir, comprar o ver un juego, y en esa idea podrían buscar sitios que los hagan sentirse de nuevo como niños; o lugares que destaquen por una fabulosa gastronomía, etcétera. Grandes viajes (pero cercanos): El viajero querrá salir más durante los fines de semana, y por ello buscará soluciones a medida y viajes cortos que tengan itinerarios bien pensados para aprovechar todo el tiempo. Booking.com apunta que en este caso “menos es más”. Pero estas no son las únicas tendencias que depara 2019. La Encuesta Turística 2018, de TrekkSoft, muestra también algunas de las señales que los operadores de tours y actividades deben atender para atrapar a los turistas. Reservaciones de último minuto: Los datos de esta empresa muestran que las reservas para los tours y actividades que duran entre 1 y 3 horas se hacen generalmente en el destino o justo antes de la llegada, pero para aquellos que duran varios días éstas se realizan con anticipación -generalmente 13 días, pero puede bajar hasta 5 días si se hacen a través del móvil- Esto representará un reto para las empresas del sector ya que dificultará su planificación de recursos y el personal por adelantado, sin olvidar que el clima también determinará el éxito en la mayoría de los casos. Que la diversión dure: Los tours y actividades de varios días, que se reservan con mayor anticipación, son una de las opciones preferidas de los turistas, y entre menos tiempo tenga que dedicar a planificarlos, mejor. Evitar las filas: En su Informe de Tendencias Turísticas 2018, TripAdvisor apunta que “dos de los tres productos más populares en 2017, y cuatro de las diez experiencias de mayor crecimiento en 2017 han sido tickets con los que te saltas la cola”. Los tours en los que el viajero no tenga que formarse y hacer largas esperas han sido la segunda categoría de más rápido crecimiento para los turistas de EU  por valor bruto de reserva en 2017. Historia y cultura: Caminar, disfrutar un lugar, conocer sus raíces y su cultura siguen haciendo que los viajeros disfruten cuando visitan un nuevo destino. Son una gran oportunidad para conocer a otros viajeros y que un experto del lugar les responda todas sus preguntas. Más aventura: Las actividades que llenan su cuerpo de adrenalina seguirán siendo claves, sobre todo en con dos nuevas generaciones que están dispuestas a superar sus límites. Los destinos de aventura, como el Área 47 en Austria, Queenstown en Nueva Zelandia e Interlaken en Suiza, tienen muchas reservas debido a la gran variedad de actividades llenas de acción que ofrecen. Durante la feria PURE LIFE Experiences, realizada en septiembre pasado en Marrakech, también se develaron algunas de las tendencias que guiarán a las viajeros postlujo, que si bien buscarán de igual forma destinos ecológicos, sostenibles y experiencias únicas, lo harán de acuerdo a su estilo: Soledad, garantizada: Estos viajeros buscarán los lugares y hoteles que garanticen más que la privacidad, sino lugares donde, literalmente, estarán solamente ellos. Es decir, lugares donde podrán cenar solos, o actividades donde no tenga a nadie a su alrededor. Un ejemplo, el Wattura Resort en Sri Lanka, que asegura que podrás bañarte en cascadas donde no habrá nadie más. Esta característica de la privacidad extrema, casi exclusiva de las celebridades, se acercará más al viajero medio-alto y sin duda será un argumento de venta. Retiros para conectarse: No se trata de que el viajero busque un lugar apartado con WiFi y estar pegado a un dispositivo. Se trata de lugares en los que se desconecte del exterior y se conecte con uno mismo. El alojamiento austríaco Post Bezau, por ejemplo, ofrece programas de pilates y está centrado en el cuidado facial, en el que la coartada para relajarse unos días es prácticamente la mejor. Hoteles que se transforman: Para algunos turistas el hotel no es la combinación de lobby+restaurante+pasillo+habitaciones, sino que están más relacionados con ser parte del destino e interactuar con él como si fueran parte del mismo. La Donaira, en España, es una finca en la que la vida de esa propia ubicación tiene tnato peso como el hotel. Aquí se llevan al extremo la voluntad de ir a favor de la naturaleza dejando el menor impacto posible. São Lourenço do Barrocal, un proyecto en el las líneas entre la aldea, el hotel y granja no están del todo claras.

 

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