Los beneficios de la inclusión financiera son innumerables: facilita la dispersión de los apoyos que el Gobierno transfiere a los ciudadanos, reduce considerablemente el costo de las transacciones, hace que nuestra economía sea más eficiente, segura y transparente.       La reciente reunión del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, tuvo como tema central las repercusiones que en la sociedad, los negocios y la política traerá un mundo que sigue reacomodándose en respuesta a las crisis financieras. Para muchos, la lección más importante de este episodio es que siempre será más conveniente regresar a los principios básicos y más aún en los temas financieros, ahora es muy relevante contar con un sistema cada vez más incluyente donde un creciente porcentaje de la población mundial tenga acceso a sistemas formales, seguros y accesibles no sólo de ahorro sino también de financiamiento. Se calcula que más de la mitad de la población adulta del mundo, cerca de 2,500 millones de personas, está al margen del sistema financiero, por lo que su inclusión a este sistema debería ser el principio básico para cualquier país, ya que con el tiempo, un ecosistema de pagos beneficia a todos los participantes, desde el gobierno, los negocios y hasta las propias familias. El contar con medios de pago electrónicos no solamente es la manera más eficiente de reducir progresivamente el uso del efectivo, sino que además es el primer punto de contacto para muchas personas con un sistema transparente, eficiente y que reduce la posibilidad de malversación de los recursos. La inclusión financiera es un tema crucial que ha logrado alinear los objetivos de los gobiernos convirtiéndose en muchos casos en una política de estado, lo cual es una prioridad para organismos financieros regionales e internacionales, y, claramente, para el Gobierno de México. Asimismo, la inclusión financiera es una oportunidad para la iniciativa privada de contribuir al desarrollo de un país,  de una región o del mundo. Los beneficios de la inclusión financiera son innumerables, entre los más relevantes se pueden destacar los siguientes: facilita la dispersión de los apoyos que el Gobierno transfiere a los ciudadanos, reduce considerablemente el costo de las transacciones, hace que nuestra economía sea más eficiente, segura y transparente; facilita la interacción de los ciudadanos y las empresas con el Gobierno, entre muchas otras. Pero el valor más trascendente, es que el uso de medios de pago electrónicos es un camino probado y eficiente para que cada vez más personas abandonen la pobreza, pues al fomentar la inclusión financiera se empodera a los ciudadanos menos favorecidos con herramientas para administrar sus flujos y recibir remesas a menores costos en beneficio de sus ingresos y generar un historial financiero que posteriormente los haga sujetos de recibir créditos de instituciones formales. Justo en el marco de Davos se firmó una alianza entre MasterCard y el Banco Interamericano de Desarrollo para trabajar en conjunto en el análisis e implementación de estrategias que aceleren la inclusión financiera en Latinoamérica. Este acuerdo, permitirá realizar estudios y contar con la asesoría de expertos en la materia. Lo más relevante es que constituye un paso más en la tan importante transición a la utilización de medios de pago electrónicos mencionados anteriormente. La suma de nuestra experiencia y nuestros casos de éxito en términos de inclusión financiera darán como resultado modelos de aplicación inmediata y eficiente en beneficio de todos los que aún no forman parte del ecosistema financiero en América Latina.   Contacto   Twitter: @MasterCardLAC   *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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