Unos 815 millones de personas están registradas para votar en las próximas cinco semanas puesto que la elección se desarrolla en etapas.   Reuters DIBRUGARGH, India – Los primeros indios votaban el lunes en la elección más grande del mundo, liderada por amplio margen por el candidato opositor nacionalista hindú Narendra Modi bajo promesas de una recuperación económica y empleo, aunque probablemente su partido no alcance una mayoría. Unos 815 millones de personas están registradas para votar en las próximas cinco semanas puesto que la elección se desarrolla en etapas, empezando por dos pequeños estados cerca de Myanmar, que incluyen la meseta norte de los Himalayas, para seguir por los desiertos del oeste y el sur tropical para terminar en las llanuras densamente pobladas del norte del país. Se espera que los resultados estén listos el 16 de mayo. Mujeres ancianas en saris y hombres jóvenes en jeans y camisetas polo hacían fila afuera de un dilapidado centro deportivo antes de votar en una mañana fresca en Debrugarh, una ciudad que bordea un río en Assam, un estado donde se cultiva té y uno de los dos sitios donde comenzó la votación el lunes. “Necesitamos un cambio, alguien que venga y cambie todo el escenario”, dijo el gerente de una tienda de carteras Ashim Sarkar, de 35 años, mientras hacía fila antes del inicio de la votación. Durante su campaña en mitines con amplia asistencia a lo ancho y largo del país, Modi ha estado prometiendo ese cambio, poner en marcha la economía y terminar con la dinastía Nehru-Gandhi, que ha gobernado India durante la mayor parte del tiempo desde su independencia en 1947. El partido Bharatiya Janata (BJP) de Modi y sus aliados prevén ganar una porción amplia de las 543 bancas parlamentarias, pero no obtendrían una mayoría, según un sondeo difundido esta semana por la respetada consultora india CSDS. En un escenario de ese tipo, un Gobierno de coalición liderado por el BJP es visto como el resultado más probable. Un administrador eficiente, Modi es valorado por los grandes empresarios del país. Pero su imagen está manchada por acusaciones de no haber podido detener o incluso haber alentado disturbios anti-musulmanes en 2002 en el estado de Gujarat, donde es ministro jefe. Al menos 1,000 personas murieron durante la violencia, en su mayoría musulmanes. Modi ha negado las acusaciones y una investigación de la Corte Suprema no halló evidencia para procesarlo.

 

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