La industria cafetalera representa una fuerte riqueza para México, sin embargo, son muy adversas las condiciones que involucra el proceso de elaboración, por ejemplo, los ciclos de cosecha significan meses de fuerte trabajo, y cuando finalmente la cosecha termina, comienza el más grande: obtener el precio justo por la calidad y el trabajo que hay detrás de una buena taza de café.

En el mundo, cerca de 100 millones de personas dependen del café como ingreso primario, y el 80% de ese café proviene de pequeños productores, donde 7 de cada 10 viven debajo de la línea de pobreza internacional (2 dólares al día).

Todas sus presentaciones de café mexicano, en el país, provienen de pequeños productores de Chiapas, con los cuales llevan trabajando más de 35 años. Su proceso y elaboración se lleva a cabo en lo alto de la selva chiapaneca, que va desde la siembra, cosecha, separación de granos y secado hasta el tostado y la distribución, logrando así un café de calidad.

Frente a este retador escenario, la empresa SF Bay Coffee se posiciona como una gran aliada de la economía de las familias cafetaleras en México. A través de su café gourmet y de especialidad elaborados con estándares de la más alta calidad tiene como misión encontrar las variedades de café arábica más finas del mundo para tostar artesanalmente los mejores granos de café. Esto les permite ofrecer una amplia selección de cafés con diversos orígenes del mundo. Esto, adicionalmente al café mexicano que obtienen de los 1,000 pequeños productores con los que trabajan en Chiapas.

Con el compromiso de cuidar de las comunidades más necesitadas y del medio ambiente, esta gran empresa ofrece a sus consumidores café de origen internacional, que proviene de unos 32,000 pequeños productores de diferentes partes del mundo. Este café es importado a México para llevar a cabo su proceso final: el tostado y el molido, logrando así un café con sabores únicos, desde la planta hasta la taza.

Un panorama complicado
En México, los pequeños productores han sido los más castigados en la industria del café.

Durante los últimos 10 años, los costos para obtener una cosecha de calidad han estado en los niveles más altos por diversas circunstancias, como el cambio climático y las enfermedades que se han desarrollado por esta causa. A su vez, el valor del café que se cotiza en el commodity market se usa como referencia en esta industria para comprarles la cosecha, el cual, ha estado en los niveles más bajos en la última década.

Las condiciones adversas se han mantenido año con año, dejando a muchos productores con deudas y con tierras en condiciones muy malas, árboles de café muy viejos, poco productivos y con plagas, siendo todos estos factores importantes para disminuir aún más su productividad.

En promedio un pequeño productor cuenta con 1 hectárea de café, la cual debería de producir aproximadamente 1,150 kilogramos de café. Sin embargo, con las condiciones que se han presentado en los últimos años, hoy producen de 200 a 290 kilogramos de café.

Con estos bajos niveles de producción una familia solamente obtiene un ingreso anual de 8,000 a 11,600 pesos de acuerdo a lo que dicta el mercado. Esto es menos de $1,000 pesos mensuales sin considerar sus costos de producción.

Conscientes de todo esto y siempre en busca de apoyar a los pequeños productores, SF Bay Coffee ha creado 4 pilares del cambio en la industria:

  1. Pagarle al productor por arriba de su costo de producción.
  2. Trabajar para ayudarlos a incrementar la cantidad y calidad del café que producen en
    sus fincas.
  3. Mejorar las condiciones sociales de las fincas.
  4. Mejorar las condiciones sociales de las comunidades.

Para crear un cambio positivo en la industria cafetalera, SF Bay Coffee cuenta con un programa de apoyo a pequeños productores, para lograr uno de estos importantes objetivos la empresa dona plantas jóvenes y saludables para la renovación de cafetales. Adicionalmente, provee capacitaciones para enseñar técnicas de cultivo y procesos de producción amigables con el medio ambiente, así como descubrimientos y técnicas que han tenido para lidiar de manera orgánica con plagas y enfermedades.

“El esfuerzo y la familia que ha formado SF Bay Coffee en Chiapas va más allá de los pequeños productores, llega a seis comunidades cafetaleras donde tienen un impacto directo en la calidad de vida de 7,000 familias, se refleja en más de 5,000 hectáreas de café y trabajan con más de 1000 pequeños productores. Adicionalmente, generan más de 2,300 empleos indirectos y 1,300 directos”, señala la empresa.

COVID-19: Impacto en la industria cafetalera
Los cambios que ha traído a México y al mundo el COVID-19 también están impactando en la fluctuación de precios del café, y en este sentido, la amenaza también es para las comunidades cafetaleras, ya que al dejar de laborar pueden perder cosechas enteras.

Desde ya hace unos años, esta empresa lleva trabajando en proyectos de innovación para dar un valor agregado al café a través de productos derivados. Esto con el objetivo de diversificar sus fuentes para no depender completamente del café como actividad económica, y así añadir un uso a aquellos componentes orgánicos del fruto o grano de café que son mayormente olvidados por la industria.

Bajo la situación que México y el mundo atraviesan debido al COVID-19, las comunidades productoras necesitan el apoyo de las grandes empresas a través de medidas emergentes que incentiven las actividades comerciales, esto para evitar que el golpe económico por la pandemia llegue hasta los campos cafetaleros, y en consecuencia, a las familias productoras que están detrás de una deliciosa taza de café.

 

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