Alejandro M. Hernández Bringas, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), aseguró que el panorama económico presenta una dualidad, pero la probabilidad de un mayor deterioro, incluso de una recesión, parecen estar aumentando.
“Como consecuencia del repunte inflacionario y la reacción monetaria, los mercados financieros globales han experimentado turbulencia en su desempeño, varios mercados accionarios han registrado caídas de más de 20 por ciento respecto a su pico reciente y han entrado en un terreno descrito como bear market, que da señales de una posible recesión en la actividad económica”, señaló el representante del organismo, el cual agrupa a destacados miembros del sector financiero mexicano.
Agregó que el temor a una recesión en las economías desarrolladas se manifestó entre los analistas, especialmente por el sorprendente repunte de la inflación.
La inflación continúa repuntando por encima de lo esperado y se convierte en una de las principales amenazas para la economía, comentó el fundador de Voz MCM, una asociación que apoya a grupos sociales vulnerables en México.
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En México, la inflación general alcanzó un nivel de 7.65 por ciento anual en mayo, mientras que la inflación subyacente, que es la parte menos volátil de los precios, alcanzó 7.28 por ciento anual en el mismo mes, su lectura más elevada desde el año 2000.
“Especialmente preocupante resulta la inflación de 11.27 por ciento anual en el componente de alimentos, bebidas y tabaco de la parte subyacente, ya que afecta en mayor medida a la población de menores ingresos que destina la mayor parte de su gasto a este tipo de mercancías”, expuso.
Dijo que el repunte de la inflación ha sido generalizado en el mundo, destacándose los niveles alcanzados de 8.5 por ciento en Estados Unidos y 8.1 por ciento en Europa, que no se habían visto en cuatro décadas.
“Estos repuntes han cambiado radicalmente las perspectivas para las tasas de interés, ya que los bancos centrales, al ir tarde en su lucha contra la inflación, reaccionan rápidamente y modifican su política monetaria subiendo sus tasas de interés. Hace una semana, la Reserva Federal aumentó su tasa de fondos federales en 75 puntos base, lo que no se veía desde 1994”, manifestó el presidente del IMEF.
El mercado exige una respuesta más contundente de los bancos centrales respecto a la política monetaria y los agudos problemas geopolíticos, entre los que destaca la guerra entre Rusia y Ucrania, que no se le ve una pronta resolución, expresó el contador público con un MBA por la Universidad de Miami, Florida.
La turbulencia se ha observado en diferentes tipos de activos financieros, desde las criptomonedas hasta los bonos, añadió.
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Hernández Bringas recordó que las tasas de interés de los bonos de largo plazo han repuntado con fuerza, alcanzando tasas de 3.48 por ciento en los bonos a 10 años del tesoro estadounidense y de 9.26 por ciento en el bono de 10 años de México.
“La inflación es el principal factor de incertidumbre ya que, si no baja con la rapidez que prevén los bancos centrales, la reacción de la política monetaria tendría que ser más dura y prolongada”, declaró.
El presidente del IMEF añadió que el problema es que hay varios factores que pueden seguir impulsando a la inflación, que van desde las disrupciones que continúan produciéndose por la Pandemia y por la Guerra en Ucrania, hasta la falta de trabajadores en varias economías desarrolladas, especialmente en Estados Unidos, lo que puede generar presiones salariales y de costos.
“El sistema financiero global está sujeto a fuertes presiones que previsiblemente se intensificarán en los próximos meses, conforme los bancos centrales corrijan sus posturas monetarias y se hagan más visibles los primeros impactos de la turbulencia reciente sobre los balances de las empresas”, concluyó Alejandro M. Hernández Bringas.
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