El Banco Central Europeo es poco proclive a tomar nuevas acciones de política monetaria a menos que las cifras de inflación de agosto.   Reuters FRANCFORT – El Banco Central Europeo es poco proclive a tomar nuevas acciones de política monetaria a menos que las cifras de inflación de agosto, que serán reveladas el viernes, muestren que la zona euro se está acercando a una deflación, de acuerdo a fuentes del BCE. Las especulaciones surgieron desde que el presidente del BCE, Mario Draghi, adoptó un tono moderado en la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole la semana pasada, al indicar que la entidad podría llegar a favorecer un alivio cuantitativo, o la impresión de dinero para comprar activos. Tras salirse de su discurso original, Draghi destacó el viernes en Jackson Hole que “los mercados financieros han indicado que las expectativas de inflación exhibieron declives significativos en todos los horizontes” durante agosto. El nuevo reporte de inflación, junto con las proyecciones actualizadas del BCE, posiblemente generarán una agitada discusión en la reunión de política del 4 de septiembre sobre la posibilidad de acelerar las medidas actualmente aplicadas. Y que se tomen nuevas acciones no parece imposible. “La barrera para el alivio cuantitativo es alta”, dijo una de las fuentes, que pidieron no ser identificadas. Agregaron que se espera que las discusiones de la próxima reunión estén enfocadas en reforzar las actuales medidas para impulsar el crédito y la provisión de liquidez. “Es complicado decir ahora que no sucederá nada. Depende hasta cierto grado de los datos”, agregó la fuente. EL BCE declinó emitir comentarios. De acuerdo a un sondeo de Reuters, las cifras de inflación de la zona euro en agosto mostrarán una desaceleración en la tasa anualizada a un 0.3%, respecto al 0.4% de julio. La meta de inflación del BCE se ubica bajo el 2% en el mediano plazo. Considera que cualquier lectura bajo 1% sería una “zona de peligro”. En junio, el BCE recortó su tasa de interés de referencia a un nuevo mínimo y reveló un nuevo plan de financiamiento para bancos – denominado TLTROs – con el que ofrecerá el primer tramo el 18 de septiembre. También dijo que desarrollaría un nuevo programa para compras de valores apoyados por activos (ABS por sus siglas en inglés). Sin embargo, podría no ser práctico modificar la operación TLTRO tan cerca de su lanzamiento. Los bancos tienen como plazo hasta el jueves para presentar sus reportes sobre créditos al BCE a fin de determinar cuánto pueden tomar prestado en septiembre y diciembre bajo el programa. La entrega de alivio cuantitativo podría generar una presión a la baja sobre el euro e impulsar la confianza del mercado. Sin embargo, algunas autoridades del BCE creen que la medida sería inapropiada y que no existe evidencia de que surtirá el efecto deseado.

 

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