En el mundo de los negocios hay rela­ciones cercanas y lejanas, amistosas y enfrentadas, ágiles y lentas, continuas y esporádicas… Dependen mucho del tipo de público que está en nuestro horizonte, en función del interés que denota para nuestras metas.   Por Iban A. Campo Urriza   Hace unos días el ejecutivo de una organización me preguntaba qué hacer con personas que constantemente denigran el sector en el que trabajan. “No sólo siempre nos están maltratando, sino que además no quieren saber de nosotros”, me contaba. Mi res­puesta fue simple: “Si callas, otorgas y tu reputación irá en picada. Contrarresta la mala fama con información que genere otro tipo de imagen. Incluso que contradiga la que manifiestan de forma tergiversada sobre vosotros. Y hazlo sin desmayar. Hazla llegar incluso a esos que te maltratan. No te desanimes en esa labor e insiste… hasta que te quieran. Muchas veces su actitud está motivada por la insuficiente información y, cuando la reciben, miran las cosas con otro cristal”, lo pensó y asintió. Pocos días después se llevó una sorpresa con una de las personas que aparenta no tenerlos en su lista de favoritos, quien le compartió información clave para que escuchara la otra campana de la realidad sobre el tema que le compete. “Me conta­ron que, al tocar el tema, no renegó de su postura habitual, pero la matizó con los datos que le había proporcionado. Men­cionó que el problema no se limita a tra­bajar en nuestro ámbito, sino que hay que fijarse en otros aspectos también relevantes para que existan soluciones reales.” Un gran avance, me decía. En el mundo de los negocios hay rela­ciones cercanas y lejanas, amistosas y enfrentadas, ágiles y lentas, continuas y esporádicas… Dependen mucho del tipo de público que está en nuestro horizonte, en función del interés que denota para nuestras metas. Pero, en el fondo, toda relación, sobre todo en la era del Internet, es fundamental para el éxito, cualquiera que esto signifique. Estrategias, mensajes, medios y tiem­pos serán diferentes, según la afinidad del público objetivo hacia nuestro sector, negocio o empresa. Pero si hay alguna clave es no desmayar en la facilitación de información real, contrastada y contrasta­ble, a todos ellos. En su justa dimensión, todos son relevantes para alcanzar los objetivos marcados. Al contrario de lo que indican algunos manuales de comunicación política que suelen decir que no se pierda mucho tiempo en tratar de ganar simpatías entre los seguidores de la oposición, hay otros ámbitos en los que mantener una actitud de apertura al contacto con los detractores y con los poco afines es inteligente y exige de altas dosis de profesionalidad y frialdad. Lejos de olvidarlos o menospreciarlos, es importante recordarlos y valorarlos por­que toda relación toma sentido en algún momento de un proceso. “Lleva tu mensaje a quienes siempre te critican porque su objeción puede estar basada en la falta de información”, le decía a este colega con síntomas de desánimo ante tanta bofetada recibida en el silen­cio. La clave para provocar el cambio era hablar con informaciones trascendentales, relevantes, comprobadas e irrefutables de manera sostenida y sin saturar. “De esa forma, no podrán apelar a la falta de acceso a información para desinformar, y tarde o temprano tendrán que ir variando su dis­curso hasta quién sabe dónde.” De cierta manera se trata de sorprender­los con dosis de originalidad para captar su atención y volverlos adictos a recibir las informaciones que no se les suministraban o dejaban a un lado por falta de segui­miento. “Luego de que has logrado que te escuchen, puede que hasta los convenzas de que cambien de bando con una pequeña acción que les permita identificarse con lo que les cuentas.” Y para terminar, algo que puede venir al caso. Como se dice por activa y pasiva, no puedes evitar que hablen de ti. Lo ideal es que siempre sea bien. Pero si lo hacen en términos despectivos, la única forma de mitigar su intención de desprestigiar y menoscabar tu imagen dependerá del nivel de credibilidad que hayas forjado antes de los ataques. Sólo con información se con­trarresta y supera la desinformación en la red y los medios sociales. También fuera de ellos. Incluso, quienes confían en ti saldrán en tu defensa frente a quienes tratan de desacreditarte. Por eso, mensajes positi­vos… sin desmayo.     Contacto Twitter @ibancampo Iban A. Campo Urriza es gerente de comunicación corporativa en Amchamdr Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México. 

 

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