La informalidad laboral en México, en la que se integra 57% de la población ocupada, amenaza la competitividad del país, advirtió el Índice de Competitividad Internacional 2017 (ICI). La segmentación entre trabajadores formales e informales genera brechas salariales y de productividad muy importantes, detalla el estudio presentado ayer por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). El ingreso promedio de un trabajador formal es de 8,052 pesos al mes, los integrantes de este segmento generaron 76% del Producto Interno Bruto del país, en tanto que la media salarial de un trabajador informal es de 4,279 pesos y se cuenta entre la población que generó 23.6% del PIB. Las tasas de informalidad de México son similares a los de países con menores económicas en América Latina como El Salvador, Honduras y Bolivia. “México está en un lugar raro, junto con naciones que tiene un ingreso per capita mucho menor, México debería estar con naciones con un porcentaje de asalariados (que no cotiza a la seguridad social) como el de Brasil que anda alrededor de 25%, es decir tenemos un problema serio”, detalló Manuel Molano, director general adjunto del IMCO. Al cuestionarlo respecto al número de empleos registrados ante el IMSS durante los últimos cinco años, que superó los 3 millones, y que el Gobierno Federal procura mencionar en eventos públicos, Juan Pardinas, director del IMCO, lo consideró una paradoja. “Como economista me parece paradójico que un gobierno se eche porras así mismo sobre la creación de empleo porque los gobiernos su naturaleza no es generar empleo, sino que hacer que se cumplan las leyes y garantizar acceso a derechos. Con estos objetivos sí implica que haya empleo público pero la dimensión más importante de generación de empleo tiene que ver con el sector privado”, apuntó durante la presentación del ICI 2017. En ese sentido los integrantes del IMCO urgieron a eliminar barreras de acceso al empleo formal, relacionadas generalmente con gravámenes al empleo. El estudio del instituto encabezado por Juan Pardinas propone financiar la afiliación a la seguridad social con impuestos al consumo, no con impuestos y contribuciones de nómina, en un sistema efectivo de acceso universal. Asimismo, señala la necesidad facilitar las inversiones en capital humano, por ejemplo, a través de una mayor deducibilidad de la inversión de las familias en educación. Otra propuesta es la construcción de una política de salarios mínimos que utilice las negociaciones contractuales de los sectores formales.

 

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