La construcción es uno de los sectores económicos más importantes del país, es un motor para su desarrollo, por su convergencia entre inversión, nueva infraestructura y generación de empleos. De acuerdo con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, durante el primer trimestre de este año, el Producto Interno Bruto de la Economía Nacional creció 2.8% en comparación con el mismo período de 2016; y este sector en específico, acumuló un crecimiento de 1.5% en los primeros tres meses del 2017. Más allá de la importancia de la construcción en el país, es esencial garantizar, las inversiones y rentabilidad del segmento, debido a su impacto en diversos rubros de la economía nacional, pero también, ante la vulnerabilidad de la infraestructura frente cualquier riesgo, sea fenómeno natural, accidentes, fallas técnicas o de ingeniería. Una eventualidad no puede evitarse, pero sí administrarse. Pese a la volatilidad económica, para los próximos años, se espera que esta industria crezca anualmente a un ritmo de 2%, porque ha mostrado un constante aumento, principalmente por el desarrollo de obras industriales, comerciales y de servicios. Por ello, es importante comenzar a visualizar el tema de la prevención, como mecanismo indispensable para la inversión y ahorro económico. En este sentido, el mercado asegurador juega un papel clave en el desarrollo de productos que cubran desde la ejecución de una obra, la responsabilidad civil profesional, la maquinaria y el inmueble terminado. La prevención de un siniestro se consigue a través de la ingeniería de riesgos, práctica que evalúa y clasifica los potenciales daños, nivel de exposición a peligros, así como costes de factores específicos, que determinen la viabilidad o continuidad del proyecto -en caso de emergencia-, con acciones de mejora para mitigar los riesgos identificados. Aunque en los últimos años, los índices de este sector se han mantenido positivos principalmente en trabajos de Real State e inversión privada, impulsar la ingeniería de riesgos brinda una visión integral de estos proyectos, incluso antes de que inicien los trabajos de construcción, ya que desde el momento en que se empieza el proceso de cimentación, también se adquieren responsabilidades sobre terceras personas. Actualmente esta práctica cuenta con ventajas como el uso de aplicaciones o plataformas tecnológicas en tiempo real como Zurich Risk Advisor, que pueden ser utilizadas desde dispositivos como tablets o smartphones, para evaluar remotamente un proyecto durante su diseño y desarrollo; incluso permite contar con información oportuna sobre cómo se encuentran las empresas en la escala de riesgos, con recomendaciones que se pueden implementar para evitar poner en peligro cualquier proyecto de construcción, de manera local o internacional. Ligado a esto, con la reciente incorporación de drones e infraestructura satelital, la evaluación inmediata del posible impacto en zonas específicas antes o después de un desastre, es posible. Una vez que se conocen los riesgos, es posible realizar una propuesta que acompañe a los constructores a identificar sus debilidades u oportunidades para mejorar sus proyectos. Todos los planes son singulares, no hay alguno que se repita, pero un error podría cobrar vidas, desprestigiar una empresa o generar pérdidas económicas millonarias sino se toman las medidas adecuadas para su desarrollo y protección.   Contacto: Correo: [email protected] Página web: zurich.com.mx Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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