Por: Rafael R. Páez*

Si algo nos ha mostrado esta pandemia es que están sucediendo cosas que jamás hubiéramos imaginado y todo mundo está tratando de reinventarse para mantenerse a flote. El Covid-19 rompió muchos paradigmas; las cosas no son como eran antes —y probablemente nunca volverán a serlo—. Y en el terreno de la innovación no tendría que ser distinto.

El mundo no acepta soluciones a destiempo. Lo vemos desde la necesidad de acelerar los protocolos, fases y pruebas clínicas que exigen las regulaciones de distintos países antes de aprobar una vacuna y llevarla al mercado. En algunos casos, esto ha tomado hasta 15 años, un tiempo que, dada la situación que ha creado el SARS-CoV-2019, sería insostenible.

Seguramente en el sector donde compites, la pandemia actual ha traído muchas ‘nuevas’ necesidades. En el caso del sector industrial, las empresas que buscan mantener su operación o que se preparan para la reapertura de sus plantas de producción han tenido que implementar a marchas forzadas soluciones para habilitar alguno o varios de sus procesos de forma remota, echando mano del IoT para visualizar la información crítica de sus equipos y líneas de producción en tiempo real. Otras han implementado herramientas de computer vision e inteligencia artificial para medir la temperatura de la gente que asiste  a trabajar, así como verificar que en todo momento cumplen los protocolos de seguridad e higiene.

Te aseguro que quienes ya han logrado implementar estas medidas, no lo hicieron con una solución que era 100% funcional para esta situación porque, hasta antes de esta pandemia, nadie podía ofrecerte un producto o una solución para sobrellevar los retos del Covid-19. 

SI algo nos ha demostrado la innovación en muchas áreas, es que suele ser un platillo que se cuece a fuego lento. Pero eso era antes, cuando nadie siquiera imaginaba vivir lo que estamos viviendo, con el consecuente costo de vidas, de salud y económico que nos ha traído. 

Así que, dada la premura de acelerar la creación de soluciones que nos permitan adaptarnos de forma segura a la nueva normalidad, debes preguntarte lo siguiente: ¿existe la manera de innovar de una forma acelerada? La respuesta está en dos metodologías que van de la mano: Agile y Lean Startup. Ambas son un referente obligado en el mundo de las startups y la tecnología, y ahora se han ganado el derecho de que el resto de las industrias volteen a verlas.

¿Por qué? Porque están diseñadas para crear un Producto Mínimo Viable (MVP) en unas cuantas semanas. Un MVP es una versión reducida del producto que se quiere lanzar al mercado, con su funcionalidad básica, y que sirve perfectamente para medir su éxito, validar su utilidad con los clientes y mejorarlo paso a paso y de forma ágil. Construyéndolo como un  juego de LEGO.

Esto es muy importante: en este esquema de innovación no es necesario tener un producto completo para probarlo. ¿Quieres un ejemplo de cómo funciona?

Cuando Apple lanzó la primera versión del iPhone, carecía de muchas funcionalidades que hoy en día son básicas: copiar y pegar; búsqueda; mensajes multimedia; incluso, no tenía Bluetooth. Aun así fue tan innovador que la revista Time lo consideró el invento del año en 2007.

Aprendamos la lección: céntrate en los fundamentales de tu producto, en aquello que lo hará exitoso, diferente, innovador. Y rápidamente itera sobre esa versión. Apple lo entendió con el fallido y costoso desarrollo de Lisa. Tu MVP puede tener fallas en su ejecución, pero no en sus fundamentales. diferencia de otras industrias, en el mundo de las startups y la tecnología, las palabras falla e incertidumbre son parte de un sistema de aprendizaje y mejora, y no un sinónimo de fracaso o freno a tu producto o servicio.

En estos tiempos es más conveniente cambiar el chip de la innovación y lanzar productos que fácilmente puedan iterar y validar en el mercado, para verificar si realmente son la solución a un problema, que esperar seis meses a tener un producto terminado sin saber si el mercado aún requiere ese producto o, en el peor de los casos, que alguien más se adelante a dar esa solución para ocupar ese nicho, y seguro ya habrás consumido tiempo y dinero.

Por último: crea MVP’s funcionales, con un caso de negocio y un ROI bien definido. No por ser tratarse de un proyecto piloto debe dejar de ser rentable. Desde el principio tienes que medir su potencial una vez que lo escales. Al final, lo que esta pandemia nos está enseñando es completamente novedoso y todos debemos aprender a vivir con cierta incertidumbre.

Contacto:

El autor es cofundador y director ejecutivo de Gesta Ventures, un company builder enfocado en negocios y startups de Industria 4.0

Linkedin: Rafael Páez

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