La Comisión Europea tendrá que revisar el caso que supuso una millonaria multa en contra de Intel, lo que le da al grupo informático una nueva oportunidad para anular la sanción de 1,060 millones de euros (unos 1,266 mdd al tipo de cambio actual) que se remonta a 2009, por un abuso de posición dominante en el mercado de los microprocesadores para computadoras personales. Este miércoles el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dio un duro revés a la investigación de hace 10 años que determinó que la compañía estadounidense utilizaba prácticas ilegales para expulsar a sus competidores de un mercado del que tenía el 70% de la cuota. Hoy anuló la sentencia previa que desestimaba el recurso de Intel contra la sanción y obliga a examinar de nuevo el caso. “El Tribunal de Justicia anula la sentencia del Tribunal General que confirmó la multa de 1,060 millones de euros impuesta por la Comisión a Intel por abuso de posición dominante”, afirma la institución europea en un comunicado. En el texto señala que el Tribunal General estaba obligado a examinar todos las alegaciones de Intel, “cosa que no hizo”, y ahora deberá analizar, “a la luz de las alegaciones formuladas por Intel”, la capacidad de los descuentos controvertidos para restringir la competencia. Esta decisión podría tener implicaciones para otros casos de competencia que Bruselas tiene abiertos contra otras multinacionales, como Qualcomm o Google, ya que endurece los requisitos para que el Ejecutivo comunitario dé por demostrado que ha habido un abuso de posición dominante.   Así la investigación y el caso En 2007 las autoridades de competencia abrieron un expediente sobre Intel por abusar de su posición dominante en el mercado de microprocesadores para CPUs modelo x86, los más populares de la época. Dos años más tarde se impuso la millonaria multa, luego de que la Comisión concluyó que el fabricante estadounidense de microprocesadores utilizó descuentos entre 2002 y 2007 para perjudicar ilegítimamente a sus rivales, sobre todo a la también estadounidense Advanced Micro Devices (AMD). Según la investigación, la multinacional ofreció a cuatro grandes fabricantes de ordenadores (Dell, Lenovo, HP y NEC) descuentos a cambio de una cuasi exclusividad, y pago al distribuidor europeo Media-Saturn (MediaMarkt) para que solo vendiera ordenadores equipados con s procesador x86. Tras la multa, Intel recurrió al Tribunal General, alegando que no se habían analizado las circunstancias para demostrar que su política comercial estaba excluyendo ilegítamente del mercado a sus competidores. Esa instancia desestimó el recurso en su totalidad. La compañía estadounidense se inconformó ante el TJUE, órgano superior de la justicia europea, y hoy le dio la razón en este punto. Por otro lado, se desestimaron los argumentos de Intel sobre la falta de competencia territorial de la Comisión para sancionar el abuso y sobre la existencia de vicios de procedimiento que, en su opinión, habían afectado a su derecho de defensa. Con información de agencias.

 

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