Por Juan Carlos Castro* El mundo de las finanzas y las inversiones está lleno de historias que parecen sacadas del guión de una película de Hollywood. No es raro encontrarse artículos de cómo alguien se hizo rico de la noche a la mañana invirtiendo en “x” o “y” oportunidad. La suerte siempre ha tenido un rol protagónico en las inversiones y por cada caso de éxito hay miles de fracaso que no salen en los medios. Sin embargo, existe un concepto que aplicado durante suficiente tiempo disminuye en gran medida el impacto de la suerte mostrando un camino claro y alcanzable para lograr estos retornos de película, me refiero al poder del interés compuesto. El interés compuesto tiene detrás un concepto muy básico que seguro has de haber oído más de una vez en tu vida: “las cosas buenas toman tiempo”. ¿Pero realmente qué es el interés compuesto? Sin entrar al detalle de fórmulas matemáticas para calcularlo, podríamos definirlo como el efecto de invertir y reinvertir el dinero en el tiempo. En resumen es poner a trabajar tanto tu capital como tus ganancias, es decir los intereses obtenidos al final de cada periodo no se retiran, sino que se añaden al capital principal. Por lo tanto, los intereses se reinvierten y a su vez generan intereses. Si repetimos esta operación en el tiempo varias veces, el resultado empieza a tener crecimientos realmente interesantes. Voy a hacer un ejercicio muy sencillo: Con 50 mil pesos de capital inicial, simulamos que los inviertes a diferentes tasas durante 15 años (es decir cada año recibes la tasa y tu capital de vuelta y lo vuelves a invertir a esa misma tasa, y así te vas durante 15 años):
  • CETES – a una tasa de 6.0% anual simple
  • Crowdfunding Inmobiliario al 16.0% anual simple
  • Capital Riesgo a una tasa del 25.0% anual simple
Cada línea es el comportamiento de esos 50 mil pesos en el tiempo cuando los inviertes y reinviertes a diferentes tasas. Hay varias conclusiones interesantes de este ejercicio:
  • Nótese que los crecimientos no son lineales. Es decir cada año creces más que el año anterior. El crecimiento se va acelerando conforme repites ciclos de inversión. Tomando el ejemplo del crowdfunding inmobiliario que pague el 16.0%, empezando con solo 50 mil pesos de capital inicial, terminas al cabo del año 15 con 463 mil 276 pesos. Esto representa un rendimiento efectivo de 826% que si lo promediamos entre los 15 años equivale a una tasa anual de 55% (Invirtiendo y reinvirtiendo año con año en un instrumento que pagó tan solo 16% anual….parece magia pero es real).
  • El factor tiempo es más relevante que la tasa. Es decir durante los primeros 6 años, el valor de las tres líneas no es muy diferente. Sin embargo, después de 15 años de repetir, las diferencias toman valor y el efecto multiplicador de la inversión inicial se hace presente ya que ésta crece de forma exponencial.
Una regla básica de toda inversión es que a mayor tasa mayor riesgo. Las inversiones que pagan tasas altas suelen ser volátiles y resulta muy difícil conseguir esas tasas de retorno durante muchos años seguidos. La buena noticia es que si decides seguir el camino del interés compuesto no necesitas elegir inversiones de alto riesgo y alto rendimiento. Realmente lo que necesitas es encontrar esa inversión cuya tasa pueda ser algo constante en el tiempo. Es decir, menos tasa, pero más constante en el tiempo. Un tipo de activo en el que se suelen encontrar estas tasas con niveles bajos de riesgo son los inmobiliarios. Y con la llegada del crowdfunding ya no hay excusas, ya no necesitas grandes capitales, sino que puedes ir poco a poco durante los años construyendo tu historia de éxito con el interés compuesto. *Socio fundador de Briq.mx.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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